[NOTA: 7]
‘Say Yes’ (7×12) es uno de los episodios más ligeros de lo que llevamos de séptima temporada de ‘The Walking Dead’, pero también es uno de los más entretenidos. Un episodio que juega con varias líneas narrativas, que avanza significativamente la historia, que se atreve a profundizar en la relación sentimental de Rick y Michonne, y que consigue mantener la atención del espectador incluso en sus momentos más moralistas. Un guión muy bien construido que se come la pantalla gracias, entre otras cosas, a la mano de Greg Nicotero que dirige un episodio visualmente (y musicalmente) magnífico. Un remanso de paz narrativo que precede a la tormenta que desencadenará la guerra contra Negan.
En su búsqueda de armas para negociar con los Heapsters, Michonne y Rick viven su particular luna de miel. Desde que se presentara su relación en ‘The Next World’ (6×10), los guionistas han pasado de puntillas sin dejar claro si era sólo sexo o era algo más. Pero ‘Say Yes’ no ha tenido miedo en embarrarse en una relación que ha chirriado a la audiencia desde el principio. El resultado ha sido magnífico. La expedición de Rick y Mochonne no sólo ha conseguido normalizar su noviazgo, sino que además ha logrado que el espectador crea en unos sentimientos que se mostraban hasta ahora demasiado casuales.
Hemos sufrido con Michonne cuando creía que Rick había muerto, incluso sabiendo que el sheriff no podía haber muerto. Y hemos sufrido viendo a Michonne queriendo volver a Alexandria porque no queríamos que esta particular luna de miel acabara. Y no sólo hemos creído en ellos como pareja sentimental, también hemos empezado a hacerlo como dúo de líderes. El primer paso en esta línea se dio en ‘Hearts Still Beating’ (7×08) cuando Michonne convence a Rick en buscar aliados para acabar con Negan. Un movimiento de guión que tenía la vista más lejos, más allá de la muerte del líder de Los Salvadores.
Son Rick y Michonne los primeros que se plantean qué pasará después de que acaben con Negan. El sheriff se conforma con “seguir adelante”, pero ella quiere matizar más, consciente de que tras esta alianza de comunidades debería salir un nuevo líder que marque el rumbo de los supervivientes. Habrá que reorganizarse, y habrá que designar un líder. Un lugar que Rick no quiere tomar solo, a no ser que tenga a Michonne a su lado para seguir decidiendo cada paso juntos. Un tándem que es fiel a la esencia de los dos personajes, y que logra que de rebote confiemos en la relación amorosa. Es verdad que este dueto también habría estado justificado con Daryl, pero el destino de ‘The Walking Dead’ es así.
Magnífico el giro de Tara hablando a Rick de Oceanside. Magnífico no por su originalidad, sino porque sabiendo cómo se las gastan en ‘The Walking Dead’ eran capaces de haber presentado esta comunidad para luego olvidarse de ella. Oceanside entra en juego y parece que ya están todos los frentes delimitados: Oceanside, los Heapsters, Hiltop, El Reino y Alexandria. A los que habrá que sumar los seguidores de Negan que en el último momento decidan luchar contra su opresor. La batalla está servida. Eso sí, podría llegar antes de lo que espera Rick y compañía.
La misión de Rosita y Sasha para acabar con Negan acaba de comenzar. Una misión que aunque se presente suicida y en el guión no tenga posibilidades, en la mente de sus personajes tiene posibilidades. Claro que sí, no es tan descabellado esperar al acecho hasta que Negan aparezca a lo lejos y dispararle. Sabemos que narrativamente no puede ser es el final del villano, y que el futuro de Rosita y Sasha se presenta negro, pero esta misión puede darnos buenos momentos. Peor que las historias de guardería de Eugene no pueden ser.