‘Atípico’ segunda temporada: la belleza de la imperfección

[ USA | 2017- | NETFLIX | 8 capítulos de 31 min | NOTA: 8 ]

Se habla poco de ‘Atípico’ y creo que se debería hablar mucho más de ella. Es difícil encontrar una serie con tantos valores, con una trama capaz de ser muy dura pero dejándote siempre una sonrisa en la boca. Una serie llena de lecciones de vida con un lenguaje tan natural que no resulta en ningún momento pastelosa, repetitiva, previsible o idealista. Una ficción espontánea, imperfecta, desgarrada e impulsiva que te remueve por dentro y que es capaz de ver luz en plena noche cerrada.

La segunda temporada de ‘Atípico’ ha sido incluso mejor que la primera. Una trama más coral con un protagonismo más repartido que saca a Sam del centro de las tramas de su familia. En los únicos momentos que es el centro del guión es porque sus padres o su hermana quieren volcarse en él para no enfrentar algún problema. El Sam de la segunda temporada ha encontrado el equilibrio perfecto para ser prácticamente autosuficiente, para atreverse a arriesgar, capaz de sentir el deseo de ser independiente y emprender una nueva vida sin el cuidado constante de su familia.

Me fascina cómo ‘Atípico’ ha conseguido normalizar la forma de actuar de Samuel y ha llevado al extremo los problemas de su familia, dejando claro que en la vida no hay nada blanco o negro, normal o anómalo, todos tenemos nuestras cosas, nuestras rarezas, seamos del espectro autista o no. Esta temporada ha sido Samuel el personaje más equilibrado, más consciente de los pasos que daba, con una meta clara en su vida, con una estabilidad emocional mayor que el resto de su familia.

A estas alturas de la serie Samuel es como si fuera mi hermano. Qué empatía tan bien trabajada. Yo también me he sentido incómodo esta temporada en medio de sus padres, en esa relación a punto de romperse e intentando salir a flote solo por sus hijos. Yo también he sufrido viendo como Casey tenía que adaptarse a un nuevo grupo y enfrentarse a nuevos sentimientos desconocidos aún para ella. Quizá no es verdad que Samuel sea como mi hermano, en muchísimos momentos de la serie soy directamente Samuel.

FAMILIA Y AMIGOS

La primera temporada fue de Samuel, la segunda a sido de su familia y de sus amigos. Zahid tiene muy pocas escenas, pero es uno de los pilares fundamentales de Samuel para escapar de su familia y sobre todo para enfrentarse al mundo. Es la única persona de su entorno que lo trata como si no fuera especial, que le dice las cosas como son y que le hace olvidarse de que hay algo en él que lo diferencia del resto. El capítulo en el que Samuel va a pasar la noche a casa de Zahid es maravilloso. Qué bromance tan bien construido.

La crisis matrimonial de Elsa y Doug ha sido la trama más previsible de la temporada, pero vital para dinamitar el nido de Simon y Casey. Ocho capítulos todos solos ante el peligro, solos ante sus decisiones, sin un núcleo familiar en el que llorar las penas o en el que encontrar consejo. Había que romper el hogar para que cada uno se refugiara en sí mismo para seguir adelante. Realmente lo que le pase a Elsa y a Doug nos interesa sobre todo por cómo repercuta en Simon y Casey.

La verdadera coprotagonista esta temporada ha sido Casey, que ha visto cómo era juzgada por sus nuevos compañeros mientras empezaba a sentirse atraída por una de sus nuevas amigas. Su relación con Izzie está muy bien construida, dando pasos adelante y atrás propios de la edad. Una historia creíble totalmente que obligará a Casy a tomar decisiones muy importantes en la tercera temporada, decidir entre Izzie y Evan, dos personajes que ya se han ganado el corazón del público.

Cada vez que veo un capítulo de ‘Atípico’ me lleno de optimismo. Me recuerda que la vida es imperfecta y que eso no es malo. Me recuerda que la vida son dos días y que solo nosotros podemos hacer pequeños los problemas hasta hacerlos desaparecer. Una serie muy cuidadosa tratando temas delicados que sabe dar golpes para después curarlos. Es una serie mágica de la que creo se debería hablar más.

Sobre Alfredo L. Zamora

Alfredo L. Zamora
Periodista madrileño devorador de series de televisión. Las ficciones británicas son mi debilidad. Creador de #CienMegas. Hago reviews semanales de #TheWalkingDead.

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