Uno, dos, tres, cuatro, y cinco. Cinco. Justos para contarlos con los dedos de una mano. Desde que ‘The Walking Dead’ volvió del parón navideño ha encadenado cinco capítulos brillantes con una trama transversal potente, con nuevos personajes y localizaciones, y arriesgando en sus narraciones. Pero demasiado estaba durando la racha. Después del quinto (6×13) llegó esta semana el sexto (6×14), regalándonos AMC un episodio soporífero para echarse una siesta de las buenas.

Pese a que el episodio de esta semana me haya aburrido sobremanera, no voy a negar que ‘Twice as Far’ (6×14) escondía una buena idea que no han sabido llevar bien. ‘The Walking Dead’ quería dar la vuelta a la tortilla esta semana y poner en el centro de la acción a dos de sus personajes más débiles: Denise y Eugene. Dos cobardes que quieren hacerse los valientes sin conseguirlo. Una nueva reflexión sobre la adaptación y la supervivencia que han escondido en tramas absurdas, incoherentes y torpes.

Cada uno ha empezado su excursión con quien no necesitaba aparentar valentía: Denise con Daryl (y Rosita), y Eugene con Abraham. Excursiones cuyos propósitos son tan absurdos que las voy a pasar por alto. Compañía que les lleva a tener un momento de valentía, para darse cuenta de que no se para jugar en el mundo zombi sólo conociendo la teoría. La valentía fingida se paga, y si no que se lo digan a Denise.

Sin duda es el mejor momento del capítulo, en el único en el que pasa algo y hay algo de ritmo. Ese flechazo atravesando la cabeza de Denise y, sobre todo, esas últimas palabras entrecortadas de la joven justo antes de morir. Un destino merecido para un personaje cuyo papel seguía tan difuso como el de Gabriel. Eugene corre algo de mejor suerte, aunque para lo que hace en la serie podría haberse ido con Denise hacia el otro mundo.

‘The Walking Dead’ se olvida de su camino ascendente hacia Negan pese a volver a llevar a escena a Dwight. Una aparición que consigue aportar algo de fundamento a un capítulo que lo único que ha buscado es rellenar para no gastar más cartuchos de aquí a la season finale. Un pegote rancio en la narración que vuelve a demostrar dos cosas: lo que les cuesta conservar un ritmo constante y lo poco que importan los personajes secundarios.

A los guionistas de ‘The Walking Dead’ les encanta presentar personajes secundarios que nunca llegan a desarrollar (ni a presentar por completo) para después matarlos convencidos de que están avanzando la trama. A nadie le importa qué le pasa a Denise, Eugene, o todas sus familias. Un capítulo no puede sustentarse con dos personajes secundarios y después soltar un cliffhanger de un protagonista. Quien mucho abarca poco aprieta, deberían saberlo ya desde hace tiempo.

Lo único interesante de ‘Twice as Far’ es el adiós Carol. Un cliffhanger que no pasa de correcto teniendo en cuenta que su personaje ya dejó al grupo cuando estaban en la cárcel. Cierto es que no fue por voluntad propia, que fue Rick el que se lo ordenó, pero suena a repetitivo. Lo único bueno es que las escenas de Carol de los capítulos anteriores que parecían estar preparando su muerte para la season finale parece que respondían a este giro, por lo que se reducen las probabilidades de su muerte.

‘The Walking Dead’ se prepara para los dos últimos episodios de la sexta temporada tras un capítulo de relleno, mal ejecutado y sin fundamento. Esperemos que se quede en eso, en la única china en el zapato de esta segunda mitad de temporada.

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