[NOTA: 7]
La temporada once de The Walking Dead regresa con su segunda mitad pisando fuerte. Tras una mid-season finale bastante floja, ‘No hay otra manera’ (11×09) acelera la trama para terminar con los Segadores y llevar a la Mancomunidad hasta Alejandría. Un episodio muy potente que nos deja imágenes para enmarcar y escenas buenísimas de acción. Voy a empezar por el final, por Alejandría. La tormenta perfecta ha sido solo la excusa para que cuando llegaran los representantes diplomáticos de la Mancomunidad estuvieran más necesitados que nunca. Pero narrativamente la tormenta ha aportado bien poco. Ver en acción a Judith (que siempre es un gustazo) y poco más.
La tensión creada con Aaron escapando del sótano no iba a ningún sitio, sobre todo porque se la sacan de la manga cuando él podría haber huido perfectamente por la ventana por la que escapan Gracie y Judith. Pero bueno, nos deja algún que otro momento que no habíamos visto aún con los zombies, como cuando pelea con uno bajo el agua y acaba reventándole la cabeza. Una situación en la que Judith se habría desenvuelto mejor que Aaron, más teniendo esa vía de escape clara. Minutos antes Judith vuelve a demostrar una vez más que es una auténtica luchadora, que no hay quien la tosa y que tiene salidas para prácticamente cualquier situación.
Pero lo importante en Alejandría es la llegada del Lance Hornsby (representante diplomático de la Mancomunidad) y compañía. Vienen en son de paz (guiados por Eugene) y les ofrecen dos opciones: ayuda desinteresada para reconstruir Alejandría o la opción de unirse a la Mancomunidad. Los despedimos a todos con cara de póker creyendo que ese será el cliffhanger. Pero no, un «Seis meses después» revienta nuestros cerebros mostrándonos que no todos accederán a ir a la Mancomunidad. Vemos a Maggie refugiada en Hilltop recibiendo a un grupo de soldados de la Mancomunidad liderados por Daryl. El grupo se va a romper. Vienen curvas.
LA CAÍDA DE LOS SEGADORES
Esta trama quedó en todo lo alto en la mid-season finale después de que Leah matara a Pope, se proclamara líder y se volviera en contra de Daryl. Maggie, Negan, Gabriel y Elijah llegan al rescate y, tras una dura batalla se reúnen todos para negociar con Leah y sus supervivientes. Antes de comentar el gran momento de esta trama, me ha encantado ver a Maggie y a Negan luchando juntos, sin fisuras, en el mismo bando, con un mismo propósito. Son dos líderes natos que se compenetran de maravilla cuando se ven amenazados por un mismo enemigo, el problema siempre entre ellos es cuando la amenaza se disuelve.
Usando a Carter como moneda de cambio, Daryl accede a que sus enemigos huyan desarmados perdonándoles la vida. Negan los mataría a todos. Maggie accede al trato, pero en el último momento cambia de opinión. Cuando Maggie echa andar, saca su pistola y mata a bocajarro a los secuaces de Leah es de los mejores momentos de la serie. Leah se salva por los pelos, el disparo le da en el hombro y huye. Cómo mata después a Brandon Carver es brutal. Una escena que empodera aún más a Maggie y que vuelve a demostrar que las reglas del juego han cambiado, que si no matas te matan. Si no que se lo digan a Gabriel.
Aunque Negan lo aplaude, el que haya traicionado el apoyo que dio Maggie a Daryl dejándoles huir le hace plantearse en qué momento Maggie puede cambiar de rumbo de nuevo y atacarle. La brecha que no termina de cerrar y que quieren explotar todo lo que puedan. Negan decide ir por su cuenta y se lo dice a Maggie a la cara, sin rencor, mientras ella entierra a Alden. Sus caminos vuelven a separarse y con la Mancomunidad «unificando» el camino del resto aún no sabemos qué papel va a jugar Negan en lo que está por venir.
Me han encantado las conversaciones de Gabriel sobre la fe, la esperanza y el mundo en el que viven. Sobre todo la que mantiene con Daryl junto al fuego sobre si las decisiones importan y si lo están haciendo bien sobreviviendo en un mundo en el que van a seguir matando para vivir. Un episodio que sin mucho artificio arranca esta segunda mitad con mucha fuerza, con mucha acción y con muchas promesas de cambiar por completo el tablero de The Walking Dead.