[NOTA: 7]
Tras el arranque gore de la séptima temporada, ‘The Walking Dead’ vuelve a su esencia con un episodio radicalmente opuesto al de la semana pasada. ‘The Well’ (7×02) deja atrás la sangre y las vísceras para abrir una ventana al particular oasis de paz (y espiritualidad) del Rey Ezekiel. Un reino que se ha coronado como el reducto de vida más bucólico de lo que llevamos de serie. Un episodio cuyo poso espiritual ayuda a recuperar la crisis de vida en la que se encuentra Carol, dejando aún las puertas abiertas a un futuro incierto. Llega la esperada presentación de Ezekiel en un capítulo que construye su personaje para después desmontarlo con esa charla íntima con Carol.
Siguen calientes los rescoldos de la dualidad interna que martirizó a Carol en la sexta temporada. Su yo incapaz de matar parece haber ganado a su yo más despiadado. ‘The Well’ muestra una Carol que donde todos vemos zombis ella ve personas. Una Carol que sigue sin ganas de vivir, que sigue sin encontrar su lugar en este mundo postapocalíptico, y que se resigna a matar para garantizar su supervivencia. Pero pese a su desgana vital sigue siendo la más ágil cuando quiere algo. No sólo ha abandonado el reino de Ezekiel sino que además ha conseguido que el cuidador del tigre quiera que ella forme parte de esa idílica comunidad.
Una comunidad que se presenta tan perfecta y transparente que a Carol le ha parecido un circo del que no quería formar parte. Magnífico ese primer encuentro con Ezekiel, en el que Carol no podía reprimir su sonrisa. Y es que no es para menos. Un monarca en un mundo invadido por los zombis que, además, es dueño de una tigresa con nombre propio: Shiva (magnífica creación digital). Un reino en el que nadie pasa hambre, nadie sufre, todos son felices. Una comunidad idílica a la que ha acompañado durante todo el capítulo una música que parecía sacada de misa. ¡El Reino tiene hasta coro!
Ese idealismo comunitario y musical sólo se ha roto en el capítulo con ese tenso intercambio de mercancías. Y es que la felicidad de los seguidores de Ezekiel se debe a que, además de una buena gestión, el monarca no cuenta qué tiene que hacer para mantener ese orden casi espiritual entre sus habitantes. Esos secretos, que vamos a conocer gracias a Morgan, serán los que vayamos descubriendo a lo largo de la temporada. Lo que está claro, y más tras la conversación con Carol, es que Ezekiel cree en esa felicidad basada en el lema: «Si bebes del pozo, vuélvelo a llenar». Un líder para el que la seguridad de su pueblo es la primera prioridad. Sale a cazar y todo para los suyos. Aunque las prioridades puedan cambiar, por ahora su sinceridad parece incuestionable.
‘The Well’ pone en el tablero al reino de Ezekiel, que se suma a Alexandria, Hilltop, y al misterioso lugar en el que viven los Salvadores. Es el momento en el que hay líneas narrativas hay abiertas en ‘The Walking Dead’, y en el que más personajes hay esperando para salir a escena. Esto nos puede dar una gran temporada. Cuatro comunidades muy diferentes que no pueden convivir eternamente. Todo parece indicar que Ezekiel será el principal aliado de Rick en su lucha con Negan, pero cualquier cosa puede pasar. Lo que sí sabemos es que es de los personajes favoritos para los fans de los cómics. Por ahora nos quedaremos con las doctrinas del nuevo monarca: “Donde hay vida, hay esperanza”.