[NOTA: 7]
Reconozco que hasta pasada la mitad de ‘Caudillos’ (11×13) el episodio no me estaba convenciendo. Y al final me ha gustado mucho. El punto de inflexión ha sido cuando Toby Carlson ha matado a Ian (el líder de Riverbend) y las reglas del juego han cambiado. No entendía por qué The Walking Dead metía una nueva comunidad a estas alturas. Pero era un juego engañoso. Riverbend no era importante. Lo relevante era lo que este ataque revelaba sobre las intenciones ocultas de la Mancomunidad. Maggie lo plantea la pregunta al final del episodio: ¿Por qué la Mancomunidad necesita tantas armas? Tenemos claro que hay gato encerrado y poco a poco nos aproximamos a la verdad (y a que estalle todo).
A través de varios saltos temporales, The Walking Dead nos ha mantenido engañados hasta que hemos podido completar el puzzle al final. Jessie llega a Hilltop con el mapa de Riverbend porque Negan le envía con el mensaje de que Aaron y Gabriel necesitan ayuda. Cuando Jessie llega moribundo solo puede decir «Los demonios los están descuartizando… Mentirosos… Tienes que ir». Pese a las reticencias de Maggie para salir en ayuda de una comunidad desconocida (que podría ser una trampa), Lydia la convence y parten hacia allá. Al final del capítulo vemos cómo entran en Riverbend dispuestos a ayudarles en un momento en el que parece está todo perdido.
Muy interesante la conversación que mantienen Lydia y Maggie de camino a Riverbend donde hablan de la resistencia y la implicación con el resto. Maggie defiende que no es malo conformarse, para sobrevivir hay que mirar hacia otro lado en muchos momentos, porque «lo más fácil no siempre es lo mejor». Pero Lydia, con el pasado que tiene y la espina que aún no se ha quitado de su madre, cree que no vale con conformarse y que hay que implicarse incluso aunque hablemos de gente desconocida.
UNA MISIÓN ENCUBIERTA
La misión en la que se embarca Aaron y Gabriel nada tiene que ver con lo que les han dicho. Oficialmente acuden a una comunidad de 40 personas que están escondidas en el oeste de Viriginia para establecer contacto y ayudarles. Una comunidad cristiana, de ahí que requieran la presencia de Gabriel. Pero cuando llegan las alarmas se disparan. Carlson deja los refuerzos atrás y solo entrarán en Riverben cuatro personas. Una misión suicida hasta que vemos a Carlson matar a Ian y sacar su peor lado. Descubriremos (con otro flashback) que es un exagente de la CIA y que Lance le había pedido que fuera para recuperar un convoy de armas y mercancías que había sido interceptado.
Lance le había pedido que «hiciera lo suyo», que es lo mismo que decirle que matara a todo hombre viviente de Riverbend y que volviera con el cargamento. Se enturbia aún más la imagen que tenemos de la Mancomunidad. Se va formando un enemigo que poco a poco va uniendo a los nuestros en su contra. En este caso uniendo a las mayores fuerzas de nuestro equipo: Maggie y Negan. Una vez más el destino vuelve a unir a estos dos personajes que tanto se lucen juntos y que ya han confirmado que tendrán su propio (e innecesario) spin-off. Negan reaparece con Annie, una mujer de la Rivebend que le está ayudando.
El capítulo acaba en plena batalla. Maggie entrando en Riverbend para ayudar, Negan y compañía dentro estableciendo una estrategia de defensa, y Carlson matando a todo miembro de esta comunidad para que le digan dónde tienen la mercancía. Un capítulo que en su arranque parece que va a ser de relleno y que acaba siendo muy potente, avanzando mucho la trama central de la serie preparando una gran guerra contra la Mancomunidad.