[NOTA: 8] Finalmente ‘Evolution’ (9×08) ha presentado a los Susurradores, un grupo de supervivientes que utilizan disfraces hechos con piel de zombi para camuflarse y defenderse. Un episodio magnífico de ‘The Walking Dead’ cuya tensión ha ido creciendo paralelamente a la tormenta que se estaba formando. Una midseason finale muy potente que presenta a los nuevos villanos, que deja una muerte importante por el camino, y que se marca uno de los capítulos visualmente más bonitos de la temporada. Un nuevo horizonte lleno de amenazas que a priori parece que obligará a Michonne a unirse a los que un día fueron sus aliados.
Muchas incógnitas hay aún en torno a Michonne y las razones por las que cortó las relaciones con el Reino y con Hilltop (“Al menos están vivos para odiarme”). Aunque Alejandría siga en la misma postura, el resto quieren recuperar las buenas relaciones y la anunciada Feria ha sido la clave de las conversaciones. Hasta ahora, porque el volver a tener un enemigo en común podría ayudar a que se armonizara todo de nuevo. Michonne ya ha dado dos pasos importantes: llegar hasta Hilltop y salir al rescate de Eugene y compañía. Se vuelve a forjar poco a poco la comunidad que nunca se debió romper.
LOS SUSURRADORES
Hacía mucho tiempo que los zombis no protagonizaban una historia tan buena como la de esta semana. Una persecución de ritmo trepidante que nos hace creer que son zombis evolucionados capaces de crear estrategias y cazar. Y el razonamiento tiene todo el sentido del mundo: se les mata en la cabeza, por lo que algo vivo sigue estando ahí dentro, y podría haberse producido una evolución que los haya hecho ir recuperando inteligencia. Un planteamiento fascinante que te hace replantearte todo el universo de ‘The Walking Dead’.
Lástima que su presentación haya provocado la muerte de uno de los personajes más carismáticos de la nueva era de la serie: Jesus, el magnífico sustituto de Maggie. Eso sí, dice adiós tras una de las escenas de lucha más espectaculares de la serie y con un golpe narrativo brutal cuando le acuchillan y le susurran al oído: “Estás donde no te corresponde”. Sencillamente perfecto. Pero la amenaza no acaba ahí, los Susurradores cierran el episodio con estas dos frases: “Están atrapados”, “Los mataremos juntos”.
MICHONNE Y COMPAÑÍA
Aunque demasiado idílica, la aparición de Michonne y Magna al rescate de Daryl y compañía es para levantarte del sofá y aplaudir. Un giro que hace que confiemos aún más en los nuevos, aunque sepamos que todavía guardan algún secreto, que tienen un propósito. El encuentro entre Michonne y Carol deja con ganas de más, de conocer con detalle el porqué de su distanciamiento, cuando antes de la pérdida de Rick coincidían en la necesidad de crear comunidades conectadas con comercio constante de productos y unas normas en común.
La parte de Gabriel con Negan aburre, como cualquier historia del sacerdote. Seguimos sin saber qué quieren hacer con Negan, aunque al menos por fin le han liberado para que pueda volver a entrar en acción. Raro sería que encontrara a sus más fieles seguidores después de seis años encarcelado, por lo que su destino es totalmente incierto. Aunque sea repetitivo, creo que su personaje no admite redención alguna, que solo es atractivo siendo un gran villano y que, después de haber sido el más despiadado de todo ‘The Walking Dead’, hacerle bueno no tendría sentido alguno.
Y para terminar comentar la trama de Henry. Pese a parecer una historia de película estadounidense para adolescentes, me ha entretenido mucho y está formando poco a poco a un personaje muy interesante, que podría venir a ocupar el hueco que dejó Carl en su momento. Un personaje creíble, con valores, pero que aún es muy joven para no desviarse en el camino. Veremos cómo evoluciona.
Aquí os dejo las notas de esta primera mitad de temporada, reafirmándome que estos ocho capítulos han sido la mejor midseason desde la tercera temporada.