[NOTA: 6,5 ]
Con un episodio algo más flojo que la semana pasada, ‘The Walking Dead’ ha apuntalado las esperanzas de esta nueva civilización y ha empezado a esbozar amenazas. ‘The Bridge’ (9×02) ha usado la reparación del puente para mostrar las dos caras de la nueva realidad. Mientras Rick lo ve como un paso clave para el progreso común (“Los caminos son los pilares de la civilización”), Negan lo ve como un monumento a los muertos inservible. El villano vuelve en la mejor escena del capítulo, convenido de que saldrá y de que todo lo que está haciendo Rick afuera será suyo. Parece mentira que Negan no haya perdido nada de fuerza narrativa.
Pero a Rick no le preocupan sus amenazas. Está convencido de que Negan morirá entre rejas. Está convencido de que esta nueva civilización saldrá adelante en base a una ley común (‘Una clave para un futuro’). Es verdad que está funcionando, el problema es que Rick no está viendo las grietas que se abren en su nueva civilización. En el Santuario desaparece gente, curiosamente siendo la comunidad más grande y la única que está desarmada. Y la única comunidad que ha sido fiel a Negan. Son todo señales de alarma que ni Rick ni Carol parecen estar viendo.
No es nuevo que Rick se deje cegar por el idealismo de sus planes. Lo que está claro es que ‘The Walking Dead’ está despidiendo a su personaje de una forma magnífica. Su papel es más unificador que nunca, todos están construyendo su sueño. Sus conversaciones con Negan le dan un papel narrador que no ha tenido nunca nadie. Incluso Aaron reconoce en un momento muy duro para él (acaba de perder un brazo) lo que Rick ha hecho por todos. El sheriff se tiene que ir por la puerta grande. Porque aunque nadie es imprescindible, ‘The Walking Dead’ siempre ha sido la historia de “Rick y compañía”.
UN ENEMIGO NACIENTE
Con los consejos de Michonne, Maggie decidirá seguir suministrando alimentos al Santuario pese a que éstos no les están enviado el combustible con el que comerciaban. Michonne visita Hilltop para defender esas normas comunes entre comunidades que armonicen la construcción de una nueva civilización. Un concepto que finalmente acepta dejando claro que lo respetará sin renunciar a que Hilltop sea prioridad máxima de sus decisiones. Maggie rebaja su dureza en un momento en el que tenemos claro que ella es la única capaz de acabar con las grietas que no está viendo Rick. Ella no habría dejado con vida a Justin después de que les traicionara, lo habría eliminado, evitando así que vuelva como amenaza.
Los habitantes del Santuario están desapareciendo. La mercancía que supuestamente envían desde allí a Hilltop no llega. Se está formando clandestinamente un grupo que atacará las comunidades de Rick y que podría intentar liberar a Negan. El enemigo se está reagrupando. Un enemigo que tiene que esquivar una red de comunicación como nunca antes habían tenido los seguidores de Rick. Un enemigo muy bien preparado que no va a mover ficha sin tener garantías de ganar. Una amenaza naciente que solo intuyen Maggie y Daryl.
El choque de Daryl con Rick es constante. No entiende la benevolencia del sheriff en un momento en el que cualquier rastro de insubordinación debería ser eliminado. Daryl cree en esta nueva civilización, pero no cree que se pueda llegar a ella con el idealismo de Rick. Ni siquiera Carol es tan crítica con el plan trazado. Daryl debe ser el verdadero sucesor de Rick, sobre todo si tenemos en cuenta que Maggie no seguirá en la serie de forma fija a partir de la siguiente temporada (si fuera renovada, algo bastante improbable por la audiencia que hizo el capítulo de la semana pasada).
AMORÍOS VARIOS
‘The Walking Dead’ está muy moñas esta temporada. Las historias de amor en esta serie cuestan, porque casi siempre las meten de golpe, sin que el espectador tenga tiempo para hacerse a la idea. Lo de Gabriel y Anne no me voy a molestar en comentarlo, innecesario, absurdo. Lo de Ezekiel y Carol, una vez asimilado, se va asentando bien. Carol le está dando un tinte casual que está normalizando mucho la trama. Están “disfrutando de los pequeños momentos”. Y atentos a esa relación naciente entre Daryl y Aaron que podría acabar en algo más.
Y en este nuevo comienzo en el que se construye una nueva civilización mientras se va sintiendo poco a poco una nueva amenaza, ‘The Walking Dead’ da un giro muy poco propio de ellos: sacar la vista de nuestros protagonistas y mostrarnos la luz de un helicóptero en el cielo. Las cosas están cambiando en la serie y que, por ahora, todo va con muy buen pie. Por lo pronto tenemos una serie mucho más coral, que siempre le ha sentado muy bien a ‘The Walking Dead’.