[Nota: 6,5]

Sigue el asedio a Negan en ‘The Walking Dead’. Un desgaste lento pero seguro. La puesta en práctica de un plan minuciosamente ideado. Un ataque orquestado cuyo objetivo es el de reducir el bando enemigo mientras Rick y compañía se hacen con más armamento para la batalla gran final. Una maniobra ante la que Negan parece estar impasible en sus instalaciones ideando su propia estrategia. Lo que sí ha dejado claro ‘Monsters’ (8×03) es que el líder de Los Salvadores confía en que ganará, y lo único que quiere es acabar él mismo con sus tres grandes rivales: Rick, Ezekiel y Maggie. La viuda, el rey y el sheriff, las mentes pensantes que dirigen el ataque contra Sanctuary.

Ellos tres son la principal amenaza de Negan. Una amenaza con la que quiere acabar él mismo, torturándoles de la forma más cruel imaginada, regodeándose en el sufrimiento, disfrutando del dolor. Todo esto lo descubrimos a través de las palabras de Morales, ese personaje que los guionistas rescatan para no durar ni un episodio entero vivo. Su misión: reflexionar sobre cómo era Rick en la primera temporada y cómo es ahora. Un hombre que exploraba todas las vías posibles antes de matar y que ahora se ha convertido en un “monstruo”. O al menos eso dice Morales.

MATAR O NO MATAR

Y es que el dilema de si matar o no matar ha estado presente en la serie desde sus orígenes. Una disyuntiva de los personajes que a estas alturas resulta demasiado repetitiva, muy manida, y excesivamente aburrida. Reconozco que el enfrentamiento entre Morgan y Jesus por su opuesta concepción de supervivencia está muy bien construida, pero sigue los mismos patrones que todas las tramas anteriores que han tratado el mismo tema. Algo que se hace aún más evidente en Morgan, un personaje que desde su reaparición sólo se ha movido por sus dilemas internos en ese mismo aspecto.

Pero el elemento repetitivo no ha sido lo peor del capítulo, el honor se lo lleva el regreso de Gregory a Hilltop y la absurda decisión de Maggie de dejarle entrar. Tras una conversación parece sacada de una comedia estadounidense de bajo presupuesto, “la viuda” decide que “no vale la pena matarlo aún”. La máxima de los guionistas: porqué hacer algo cuando toca si puedo alargarlo hasta el infinito ahorrándome crear nuevas tramas. Y así hacen. Nadie se cree que Maggie no le vuele la cabeza en cuanto se acerca a los alrededores de Hilltop. No tiene sentido alguno.

DISPUESTOS A MORIR

La mejor trama del capítulo ha sido la dolorosa muerte de Eric. Una trama que ha demostrado la concienciación de todos los seguidores de Rick en que para acabar con Negan muchos tendrán que quedarse por el camino. Es tal la amenaza del líder de los Salvadores que todos están dispuestos a sacrificar su vida con tal de que el grupo consiga la victoria. Además de momentos muy emotivos, esta trama da escenas a Aaron, uno de los mejores secundarios que tiene la serie y que los guionistas tienen totalmente olvidado. Magníficamente bien hilada la pérdida de Eric con las esperanzas que suponen para Aaron el ocuparse de Gracie.

Y en la cúspide de este plan perfecto para derrotar a Negan está Ezekiel, que con su particular idealismo avanza contra el enemigo con una sonrisa tan grande que parece que está bajo los efectos de estupefacientes. Pero el cliffhanger que cierra el capítulo vaticina el fin de este entusiasmo descontrolado de Ezekiel al perder a alguno de los suyos y truncarse así la esencia del plan que estaba llevando a cabo.

AUDIENCIA

La audiencia ‘The Damned’ (8×02) cayó más que el primer episodio, con un dato que lo sitúa entre los capítulos menos vistos de la serie. Es cierto que los datos de audiencia varían mucho de una semana a otra, pero que esta octava temporada haya bajado a los índices de la segunda temporada (la menos vista después de la primera) es significativo. Aquí tenéis los datos por si queréis consultarlos, pinchando accedéis a la información original.