[Nota: 5,5]
‘The Walking Dead’ sigue alargando el chicle. Desde la sexta temporada llevamos tras los pasos de Negan y los guionistas no están dispuestos a cerrar esa puerta aún. Con un grupo suficientemente grande para la lucha, en ‘Mercy’ Rick y compañía van a Sanctuary SOLO para hacer una demostración de poder. Sí, solo para eso. No podían matarlo porque si no nos quedábamos sin trama esta temporada. No se cree nadie que Rick acepte la retirada cuando tiene a Negan a tiro y acorralado. Tampoco se cree nadie que Negan, una vez puesto a salvo en sus instalaciones, salga de nuevo fuera, solo y sin protección, bajo el riesgo de ser asesinado por los seguidores de Rick.
Y lo mejor de todo, después de salvarse del tiroteo del sheriff se refugia tráiler en vez de regresar a las instalaciones con el resto de sus hombres. Todo para asegurarse un pobre cliffhanger final haciendo que Gabriel entre en el mismo sitio. Digo “pobre” porque poco importa el destino de unos personajes más detestables y torpe de la serie. ‘Mercy’ ha dejado claro que los guionistas ya ni se molestan en que los giros narrativos tengan sentido. Su máxima es alargar en el tiempo las tramas, lo soporten o no.
Maggie sigue embarazada aunque su tripa no asome por ningún sitio. Se supone que está de menos de seis meses, aunque las cuentas temporales de la serie no cuadren por ningún sitio. Por no hablar de Judith, que ha sufrido un fuerte estirón, aunque narrativamente no haya pasado entre temporadas el tiempo suficiente para dicho estirón. Y Michonne, la gran olvidada, que sigue relegada a un segundo plano totalmente inmerecido para el que fue (y sigue siendo, cuando le dan papel) uno de los mejores personajes de toda la serie.
De lo que nos ha mostrado ‘Mercy’ solo destacan Paul “Jesus” y Ezekiel, dos de los personajes mejor llevados en la séptima temporada y que apuntan maneras en este arranque de la octava. No voy a comentar las imágenes del viejo Rick de este capítulo, hay distintas teorías por la red, pero por ahora no hay nada claro. Lo que es incuestionable es que Rick ha cambiado y que la lucha con Negan es ya algo personal que trasciende de la seguridad de los suyos. Es tal la rabia que incluso ha empezado a hacer fotos tras el ataque a Sanctuary, lo mismo que hacía Negan y que descubrimos en la sexta temporada. En esta lucha sólo puede quedar un líder.
Veremos qué le depara el futuro, porque la audiencia ha empezado a resentirse. El estreno de la octava temporada de The Walking Dead es la cuarta season premire menos vista de la historia de la serie de AMC. El peor dato desde 2003, que encima ha coincidido con el episodio 100. Espero que sea realmente el principio del final, porque hace demasiado tiempo que la serie vive de las rentas y de un fenómeno fan incondicional que ha pasado de verla para disfrutar a verla para criticar. Es momento de empezar a pensar en qué final nos gustaría para la serie. Aún hay tiempo, porque por mucho que caiga la aud