‘The Walking Dead’ 4×04: moralina zombi

Vuelve el ‘The Walking Dead’ moralista en el cuarto capítulo de la cuarta temporada. Si cambiáramos las dos localizaciones del episodio por la granja podríamos haber asegurado que estábamos viendo la segunda temporada. Con ‘Indifference’ los guionistas han buscado profundizar en la psicología de sus personajes construyendo un capítulo de relleno del que muy poco se salva. La trama de la búsqueda de medicinas no aporta absolutamente nada a la trama, sólo planos visualmente muy atractivos que nos han recordado al mítico hospital en el que Rick despertaba en el piloto. El final de la trama de Carol es lo único que se salva del capítulo, el problema es que se toman tanto tiempo en llegar a ese punto que la mitad de la audiencia ya está dormida.

Si en el capítulo anterior ya chirrió que tardaran tanto en preparar la expedición para ir en busca de las medicinas, esta semana ha chirriado aún más que esa trama haya consumido la mitad del capítulo. Una historia que no ha aportado nada y que ha pretendido que la audiencia se interesara por los problemas de Bob. Una vez más ‘The Walking Dead’ vuelve a ser demasiado obvia. En ‘30 Days Without an Accident‘ quedó claro que Bob tenía problemas con el alcohol. No nos interesó entonces igual que no nos ha interesado ahora.

La semana pasada vimos como Michonne le decía a Daryl con una sonrisa pícara: «¿Así que vamos a ser sólo tú y yo como en los viejos tiempos?». Y en este capítulo, ni corta ni perezosa le dice que el jaspe es un buen color que combina con los ojos de Daryl, frase que cierra con una sonrisa que desencaja su rostro. Parece que los guionistas están decididos a que Daryl acabe cubriendo el vacío de la marcha de Carol con Michonne. Una pareja perfecta en el campo de batalla pero que cuesta creer dentro de un dormitorio. Si se lanzan a crear aquí un romance corren el peligro de cargarse a dos de los personajes más carismáticos y queridos de toda la serie.

Pero ‘Indifference’ ha tenido nombre propio: Carol. Tras una acertada reflexión al comienzo del capítulo con Lizzie en el que la niña se aventuraba a decir que es mejor ser zombi que no morir y no ser nada, nos hemos tenido que tragar la trama de Sam y Ana para poder ver cómo Rick «invita» a Carol a seguir su camino lejos de los habitantes de la cárcel. El sheriff tiene claro que sus manos están manchadas de sangre, pero nunca se las ha manchado para prevenir hipotéticos males.

Carol intenta dar la vuelta a la tortilla diciendo que lo que ella ha hecho es lo mismo que él hizo con Shane. Pero nada tiene que ver matar a un compañero en defensa propia que hacerlo por tres supuestos (que pueda estar infectado de un virus, que pierda la vida por él y que se convierta en zombi suponiendo una amenaza). Por mucho que Carol se empeñe el Rick líder y el Rick granjero no son amigos, y ha sido el primero el que ha decidido apartarla de su camino.

La frialdad del mundo zombi ha llevado a Carol a un punto en el que ciertos sentimientos ya no tienen valor. Si fue capaz de matar y quemar los cuerpos de Karen y David, también lo sería de deshacerse de cualquiera de ellos si supusieran una amenaza. Dejando de lado el destino que le espera a Carol, su partida va a ser una dinamita en la cárcel. La relación de Daryl y Rick (el corazón defensivo del grupo) se va a romper en mayor o menor medida. Y Tyreese (que se pelea ya hasta con su sombra) seguro tiene unos cuantos reproches para el sheriff.

En los seis últimos minutos del capítulo Rick y Carol protagonizan una despedida muy emotiva y visualmente muy cuidada, que culmina con un gran tema musical que cierra el capítulo. Los seis últimos minutos son los únicos que se salvan de todo el capítulo y los que aún recordaremos la semana que viene. El resto ya ha caído en el olvido. Igual que parece ha caído en el olvido para los guionistas el mensaje de la radio que se escuchó al final del capítulo anterior. ¿Fue un macguffin o se lo están guardando para más adelante?

Cuatro capítulos llevamos de temporada y está claro que la temporada quiere ir siempre sobre seguro, sin gastar más cartuchos de los necesarios en cada capítulo para sobrevivir, y sin permitir a los espectadores que especulen sobre una trama compleja (era obvio que Carol no volvería a la cárcel vista la despedida zon Lizzie al principio del capítulo). Tenemos zombis, tenemos moralina y tenemos supervivencia. Ahora sólo nos queda por saber cuándo aparecerá el Gobernador.

Sobre Alfredo L. Zamora

Alfredo L. Zamora
Periodista madrileño devorador de series de televisión. Las ficciones británicas son mi debilidad. Creador de #CienMegas. Hago reviews semanales de #TheWalkingDead.

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