‘The Walking Dead’ 11×06: Los monstruos que todo lo ven

[NOTA: 9]

‘On the Inside’ (11×06) da una vuelta de tuerca a The Walking Dead para presentarnos una trama tan oscura que es más propia del cine de terror que del de zombies. Un auténtico regalo visual y narrativo para todos los que amamos las historias de terror y que no estamos acostumbrados a pasar miedo viendo esta serie. He sufrido mucho con Connie escapando de esos caníbales misteriosos, y eso que no era un personaje con el que hubiera conectado yo mucho hasta hoy. El capítulo juega de maravilla con todos sus elementos para que se produzca una implicación emocional brutal del espectador con lo que está pasando. Qué pasada.

La premisa es muy potente: Connie y Virgil se ven obligados a refugiarse en una casa en la que aparentemente están solos y a salvo. Pero ella descubrirá que no es así, que detrás de las paredes habita un ser terrorífico (al final descubriremos que habita más de uno) que tiene más de animal que de humano. Así arranca una persecución a vida o muerte en la que Connie y Virgil (y el espectador) casi no tienen claro de qué están huyendo, pero saben que algo muy oscuro se esconde en esas paredes. El momento en el que ella ve por primera vez el ojo de esa criatura en la ranura es brutal.

Todos los momentos en los que Connie está sola son de infarto. Qué bien jugado está la ausencia de sonido en determinados momentos para lograr esa brutal implicación emocional con ella, haciéndonos sentir a todos sordomudos intentando escapar de algo que no podemos escuchar si se nos acerca. Cuando están intentando huir y una pared se mete entre los dos es otro de los momentos más brutales en los que la mente del espectador explota dándose cuenta de que aquí puede pasar cualquier cosa.

Connie llamando a Virgil desde detrás de la pared mientras la criatura abominable le va a atacar por detrás. O la imagen de uno de estos caníbales bajando las escaleras a cuatro patas. Este episodio tiene un montón de momentos escalofriantes, de esos que no se te borran de la mente una vez has terminado de verlo. Una casa vieja y carcomida en la que habitan monstruos a los que no puedes ver pero que ellos todo lo ven. Ritmo, fotografía, banda sonora, interpretación… todo bailando a un mismo compás terrorífico del que no se puede escapar.

Y dejando el terror atrás, qué bien rescatada narrativamente está Connie, lo bien que cuentan lo que ha hecho hasta ahora y el papel heroico que le dan a Virgil en su supervivencia. Sobre todo con esas referencias constantes a Michonne y cómo Virgil cogió su legado y ha conseguido ayudar a Connie hasta ahora. The Walking Dead nos deja claro que si no hubiera sido por Michonne ahora mismo Connie no estaría en pie. Bravo. Seguimos cerrando el círculo. Seguimos oliendo la despedida.

Y ese final de episodio con un emotivísimo reencuentro entre Connie y Kelly en el que sobran los gestos, con las miradas está todo dicho. Con esas lágrimas la vida vuelve a tener sentido y nuestro corazón se recompone un poquito. Me encanta el espíritu de Kelly que ha luchado siempre por los suyos sin mirar ni un segundo atrás. Gran escena la de Kelly saliendo de Alejandría sobre el caballo en busca de Connie. Emocionalmente esta línea narrativa no podría estar mejor construida y llevada. Lo mejor de lo que llevamos de termpoada.

DESDE DENTRO

Y aunque no llegue a tan alto nivel, la trama de Daryl dentro de los Segadores es también para enmarcar. Ese arranque que tenía también más de terror que de otra cosa, cuando están torturando a su amigo y él tiene que unirse a la tortura (después mutilación) para que nadie sospeche de él. The Walking Dead no está jugando en ningún momento con que dudemos de él, pero sí nos está enseñando un lado de Daryl que podría haberse convertido en realidad si su destino hubiera sido diferente. Pone la piel de gallia la frialdad que tiene interpretando su papel de ser un Segador más.

La búsqueda de Maggie y compañía en la casa en la que se alojan te tiene en vilo todo el rato. Reconozco que la solución final de cómo escapan de ese sótano tiene sus agujeros, demasiado fácil para no molestarse en mostrarnos cómo ha sido, pero aún así se lo compro. Aunque no dudemos de Daryl en ningún momento, ahí es cuando vemos con más claridad que no solo sigue de nuestro lado sino que arriesga su vida diciendo información en alto (que se nota que no viene al caso) para que puedan escucharla los otros y saber más de los Segadores.

Vemos a los Segadores desde dentro, pero nos quedamos con una gran duda. Mientras buscaban a Maggie y compañía Pope ha seguido torturando al prisionero y dice haber obtenido información que no sabían. Cuando Daryl se entera de eso, el prisionero ya está convertido en zombi, así que no hay forma de saber si es cierto no que ha conseguido alguna información, y de ser cierto qué información es. No sabemos si el hombre ha delatado a Daryl y ha reconocido que es de los suyos y que está interpretando un papel para acabar con ellos.

La duda y el miedo están servidos. Lo que está claro es que‘On the Inside’ (11×06) es el mejor episodio de lo que llevamos de temporada. Y aunque no ocurra nada decisivo para el universo de The Walking Dead, será siempre uno de mis capítulos favoritos. Soy un fanático del terror y este episodio ha sido terror del bueno.

Sobre Alfredo L. Zamora

Alfredo L. Zamora
Periodista madrileño devorador de series de televisión. Las ficciones británicas son mi debilidad. Creador de #CienMegas. Hago reviews semanales de #TheWalkingDead.

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