[NOTA: 6,5]
The Walking Dead nos ha dado en ‘Out of the Ashes’ (11×05) uno de los capítulos más corales que ha tenido nunca la serie. Un episodio muy entretenido, que se pasa volando, y que consigue brillar sin necesitar siquiera recurrir a los nuevos villanos de la temporada. Cuatro líneas narrativas que se van entremezclando y que muchas de ellas empiezan a tener sabor a despedida. Las lágrimas de Judith o las cenizas de Hilltop echan la vista atrás para ir cerrando capítulos del pasado, para ir cerrando círculos. Lo peor del episodio: la trama de Negan y Maggie, que pasa tan poco que se la podrían haber ahorrado. Lo mejor del episodio: Judith, su soledad y su pena por llegar a un punto en el que olvide a los suyos.
Soy consciente de que tengo una especial debilidad por Judith. Veo esos ojos llorosos y se me parte el corazón. Veo esos ojos rabiosos y sé que no hay quien la tosa. La verdad es que la echaba de menos después de todo el protagonismo que tuvo en la décima temporada. Me ha encantado verla entrenando a las chicas, como la líder que está destinada a ser. He disfrutado mucho viendo cómo se defendía ante los chicos, sacando fuerzas incluso en los momentos más humillantes. Y me he emocionado demasiado viéndola llorar por temor a olvidarse de sus padres y su hermano.
Esa tabla de madera con las huellas marcadas ha representado ese paso del tiempo en los recuerdos de Judith de los que ya no están. Todos se han ido y aunque quiere que deje de doler tanto tiene miedo a acostumbrarse a estar sola, a olvidarse de ellos. La conversación que tiene con Rosita es el mejor diálogo del episodio. Anima a la niña a seguir adelante y a no temer el paso del tiempo, porque recuerde lo que recuerde en ella están Rick y Michonne muy vivos, la educaron para ser la mujer con alma de líder en la que se está convirtiendo y que ella sea así es el mayor reflejo de que siguen muy vivos y de que no los ha olvidado.
LAS CENIZAS DE HILLTOP
Reconozco que también echaba de menos a Lydia y que he disfrutado mucho que vuelva a la acción y más trayendo de vuelta el miedo a los Susurradores. La brecha en el muro de Alejandría no la compro mucho, demasiado fácil (sobre todo lo rápido que lo solucionan), pero me ha encantado la expedición a las ruinas de Hilltop y lo que allí pasa. Se encuentran con Keith y varios Susurradores más que sobrevivieron y viven en las ruinas de Hilltop. Keith dice estar solo pero no es así, lo que desata la ira de Aaron. Una trama llena de acción (y de zombies) que hace que Carol recuerde heridas del pasado (Henry, una herida que llevamos todos tatutada también en el corazón).
Una trama que nos lleva a ese gran cliffhanger: Connie está viva. Se lo dice Keith cuando marchan hacia Alejandría para demostrar que pueden confiar en él. No creo que volvamos a ver a este reducto de los Susurradores, pero reconozco que me ha gustado esta vuelta atrás. Han sido uno de los grandes villanos de la serie (junto con Negan y el Gobernador) y sembrar la sospecha otra vez ha sido un juego ingenioso, entretenido y efectivo. Eso sí, la expedición no ha servido para lo que se pretendía: conseguir alimentos y suministros. Alejandría sigue estando débil.
LA MANCOMUNIDAD
Me gustan muchísimo todas las tramas de la Mancomunidad. Es algo diferente a lo que hemos visto hasta ahora en The Walking Dead y pese a lo poco postapocalíptico que pueda parecer funciona de maravilla. Eugene, Miko, Princesa y Ezekiel se han informado sobre las posibilidades de traer a sus compañeros de Alejandría. Aunque Eugene ha ido más allá y ha querido comunicarse con ellos por radio. Tomi (el hermano de Miko con el que se acaba de reencontrar) se lo deja claro: en esta comunidad todo es posible pero siempre siguiendo las reglas establecidas. Eugene se salta las normas (ayudado por Stephanie) contactando con Rosita por radio y es pillado y arrestado.
Ahora será sometido a juicio sin los derechos básicos, porque solo es un solicitante de asilo y no un miembro más de la comunidad. Aquí se disparan las alarmas sobre las intenciones deStephanie. Confiamos en ella plenamente, pero es sospechoso que cuando pillan a Eugene a ella no le dicen nada. Además, al final del capítulo les llevará a Hornbsy (el del vídeo de presentación de la Mancomunidad) para que les ayude pero dejando bien claro que esta ayuda no será gratuita y que le tendrá que devolver el favor. Se oscurece un personaje que hasta ahora había sido muy transparente.
Por cierto, soy muy fan del momento de Princesa diciéndole a Mercer que le encantan sus preciosas pestañas, para entretenerlo mientras Eugene estaba contactando con Alejandría. Princesa es de esos personajes a los que no dan tramas importantes pero que sin ella no sería nada igual. Genial también el vídeo de presentación de la Mancomunidad de la que sacamos varias ideas claras: está liderado por la gobernadora Pamela Milton y hay más de 50.000 personas viviendo ahí, cada una con su trabajo (que nada tiene que ver con los trabajos que tenían antes del apocalipsis).
Nada voy a decir nada de la trama de Maggie y Negan porque no tiene ninguna chicha. Está ahí para que no nos olvidemos de ellos, para ese reencuentro con Gabriel. Pero el tira y afloja entre ellos dos sigue exactamente igual. Sin deslumbrar especialmente, la undécima temporada de The Walking Dead va muy segura de sí misma y nos está dando episodios muy entretenidos.