[ Estados Unidos | 2016 | HBO | Miniserie | 8 capítulos de 57-93 min| NOTA: 9 ]

No hay cosa que más me disfrute cada temporada que el enfrentarme a un capítulo piloto sin saber nada de la serie, nada de nada. Un deporte de riesgo que en el 99 por ciento de los casos acaba estrellándome contra un muro por haber dado una oportunidad a una serie que olía a rancio desde lejos. Pero cuando se da ese diminuto e improbable uno por ciento es un auténtico orgasmo seriéfilo. ‘The Night Of’, la última miniserie de HBO, ha sido uno de esos pocos casos, una ficción cuyo episodio piloto es para consumir sin pestañear y cuya temporada consigue construir un juego apasionante y adictivo sobre el sistema penal estadounidense. La serie es adaptación de la ficción británica ‘Criminal Justice’ (2008-2009), de la que hablaré próximamente también en el blog.

‘The Night Of’ es un drama penal diferente, atrevido, y sobre todo crítico. Es capaz tocar temas tan sensibles como el racismo, la justicia, la política, las normas culturales, la autoridad, el conformismo o la lucha. Una visión muy agria de un sistema real que en muchas ocasiones no funciona y en el que la verdad o la justicia son términos que se desdibujan en el vacío. Una historia de personajes que, con un tono dramático medido al milímetro, construye una historia redonda en la que una vez se entra es imposible salir de ella. Sin duda es una de las mejores series estadounidenses del año.

La ficción narra la defensa judicial de Nasir Khan, un joven estudiante de ascendencia paquistaní acusado de asesinar a una mujer en el Upper West Side. El excéntrico abogado neoyorquino John Stone será el encargado de defender al acusado. Una historia penal en la que el juicio propiamente dicho es sólo un caramelo en el desenlace de la trama. Pero ‘The Night Of’ no es sólo un juicio, es mucho más. Es una historia de policías, abogados, prisiones, procedimientos legales, sistemas judiciales…

Una trama llena de vértices con un acusado como nexo de unión de todos ellos y con un abogado como gran protagonista de la serie. Saul Goodman (‘Breaking Bad’) es un personaje insulso al lado del excéntrico John Stone. Un personaje con mucha cara dura, pero también con mucho corazón. Sus principios se reconfigurarán al enfrentarse al caso de Nasir, el primer cliente en cuya inocencia ha creído. Sea o no inocente, ese sentimiento de estar haciendo lo correcto hará que encuentre sus principios, sus valores, sus metas. Un personaje que tendrá que luchar contra las irregularidades judiciales, esas que tanto ha explotado él en su carrera. Un personaje con tantas inseguridades personales como seguridades profesionales.

A él se suma un amplio y diverso abanico de personajes maravillosamente bien construidos y llenos de matices. La dualidad del detective Dennis Box y la fiscal Helen Weiss es sencillamente maravillosa. El personaje de Helen es sin duda el segundo gran protagonista de la serie después del abogado. Todos ellos movidos por un guión milimétrico y compacto. Un guión que fluye perfectamente y que juega con el espectador reinventando la visión que tenemos del acusado. Un joven con cara de no haber roto un plato en su vida y que parece incapaz de matar a una mosca.

Lo importante en ‘The Night Of’ es el camino, no tanto la meta. El primer y último capítulo (el primero de 75 minutos y el último de 93 minutos) son una auténtica maravilla, se consumen en un abrir y cerrar de ojos. Reparto, personajes, guión, y como no podía ser de otra forma también factura técnica. Un producto que ha conseguido que se vuelva a hablar de HBO en un momento en el que el canal está viendo cómo se queda sin ases debajo de la manga. La serie se estrenó ante menos de 800.000 espectadores y se ha despedido ante más de dos millones. Un éxito rotundo que, más allá de los datos, no te debes perder. Un juego judicial apasionante.