[ USA | 2017 | Amazon | 9 capítulos de 55 min | NOTA: 7,75 ]
Las decisiones de Amazon con sus series suelen ser un auténtico misterio. Lanza series que apenas promociona para después cancelarlos sin darles siquiera tiempo para que el boca a boca haga su trabajo. El último ejemplo ha sido ‘The Last Tycoon’, una ficción que nos sumerge en los entresijos de Hollywood en los años 30 y que fue cancelada sin mucho miramiento ni dos meses después de su estreno. Una serie diferente, compacta, con grandes personajes y grandes actores. Una serie que si fuera de Netflix estaría renovada. Merece la pena verla.
Basada en la novela inacabada de F. Scott Fitzgerald, ‘The Last Tycoon’ narra la lucha por el éxito de un gran magnate del mundo del cine estadounidense en los años 30, Monroe Stahr (interpretado por Matt Bomer). Un visionario de personalidad arrolladora que cree ciegamente en sus ideas. Un idealista que luchará día tras día con su mentor, Pat Brady (interpretado por Kelsey Grammer), por mantener intacto el alma del estudio en el que trabajan.
Una historia llena de capas que destapa todas las caras de la voraz y frívola industria cinematográfica estadounidense. Un mundo lleno de aspiraciones en el que las relaciones personales luchan contra el deseo de fama. La novela original (‘The Love of the Last Tycoon’) había sido adaptada en 1976 para la gran pantalla, con Robert De Niro dando vida a su protagonista.
‘The Last Tycoon’ ofrece una visión agridulce de una industria que estaba naciendo y que aún no estaba tan hambrienta como hoy. Un relato ideal para el deleite de los amantes del cine, en el que descubrir la magia de cómo se filmaban las películas en los años 30. La serie está muy bien ambientada, con una fotografía impecable. Sus tonalidades suaves de lienzo y su banda sonora de guateque atrapan. Un envoltorio brillante para una trama muy compacta.
Un guión que mima por igual a protagonistas y secundarios, construyendo con mimo cada una de sus historias. Queda bien claro que los guionistas quieren contar algo con cada uno de sus personajes, no hay relleno de ningún tipo, todo tiene un mensaje, una reflexión, un porqué. Tramas en las que hay una fuerte implicación amorosa pero en las que domina la búsqueda de identidad individual, la lucha por el desarrollo personal y el anhelo del éxito profesional. Muchas vías exploradas de distinta forma a través de un reparto muy coral perfectamente bien construido. Un guión amable que es capaz de ser muy oscuro cuando se lo propone.
Que la serie adapte una novela inacabada justifica ese final de temporada que Amazon ha convertido en final de serie. ‘The Last Tycoon’ se suma a mi lista lista de series canceladas abruptamente con las que he disfrutado sobremanera. Esa lista donde la nostalgia y el pensar qué más podrían haber dado esos personajes hacen que el recuerdo dulce de la ficción no méreme.