[ UK | 2016- | NETFLIX | 1T, 10 capítulos de 55 min | NOTA: 9 ]

Reconozco que cuando terminé ‘Victoria’ (mi crítica) me froté las manos pletórico por el filón seriéfilo-histórico-británico que acababa de degustar. Quién me iba a decir en ese momento que días después Netflix haría que la adolescente reina Victoria se hiciera muy pequeñita ante la insuperable narración de los primeros años de reinado de Isabel II en ‘The Crown’. Una ficción que ha conseguido construir una historia conmovedora con una puesta en escena soberbia. Perfección técnica y artística respaldada por los más de 100 millones de libras que tuvo la serie de presupuesto, cada escena es un espectáculo de recursos que dejan en evidencia a ‘Victoria’. No hay duda de que ‘The Crown’ es una de las mejores ficciones que nos ha regalado Netflix. Una serie de obligado visionado.

La primera temporada de ‘The Crown’ narra la llegada al trono de Isabel II y sus primeros años de reinado liderando un país codo con codo con Winston Churchill, primer ministro del momento. Una época cercana en el tiempo pero que ya tiene sobre ella la suficiente distancia como para ser narrada sin sentimientos turbadores. Descubrimos a una Isabel madura pero ingenua, desconocedora de los engranajes de la monarquía, de la política, sin saber qué puede y qué no puede hacer, y convencida de que puede cambiar lo que no le guste de la tradición monárquica. Se chocará contra muchos muros, siempre escuchando la voz consejera de Churchill, que será quien descubra as claves de ese nuevo mundo.

A su lado estará el Príncipe Felipe, con el que nos dará una de las historias más potentes de ‘The Crown’: cómo una historia de amor pasional acaba convirtiéndose en un matrimonio que, esté como esté, funciona ante los ojos del pueblo. Saca el lado más humano e imperfecto de Isabel, la parte que sólo veremos aflorar cuando está con él y con su familia. Historia que, independientemente de lo ficcionada o no que esté, construye un guión muy potente que atrapa sin remedio. Un guión pulido, potente, y firme, que brilla en cada giro y que saborea cada momento. Acabas un capítulo y siempre quieres más.

‘The Crown’ da una vuelta de tuerca al género histórico con una seguridad abrumadora. No sólo se atreve a adaptar la historia de un personaje que aún está vivo, sino que además lo hace con una sutileza magnífica. La serie no quiere crear polémica, ni tomar partido, ni mucho menos ser una clase de historia, lo único que quiere es contar una buena historia, y lo consigue sin despeinarse. Por mucho dinero que se haya gastado en la serie, sin un guión tan milimétrico como el que tiene y, sobre todo, tan bien diseñado, la vida de Isabel II habría sido un cuento realmente infumable.

Ni el fortachón de ‘Luke Cage’, ni lo ochentero de ‘Stranger Things’, ni mucho menos el ritmo insulso de ‘The Get Down’, la revelación de Netflix de 2016 es de lejos ‘The Crown’. No se podía esperar menos teniendo en cuenta que la serie está creada y escrita por Peter Morgan, el escritor británico conocido por películas como la laureada ‘The Queen’.