Hablan de ellas en medio mundo y, ahora que tienen un post en Cien Megas se van a convertir en la sensación del año: Holland Taylor (la madre de Charlie y Alan Harper en ‘Dos Hombres y Medio’) y Sarah Paulson (estrella de ‘American Horror Story’) son pareja.
Los que sois unos desinformados, que sé que los hay, estaréis sorprendidos. Pero para los que nos movemos en este show-business esto estaba cantado. Sólo hacía falta mirar los antecedentes de Sarah y ver que Holland entraba dentro de su prototipo ideal: Mujer, actriz secundaria y con “veteranía”. Eso es lo que le pone a la Paulson.
De hecho, así era su primera novia conocida. Entre 2004 y 2009 su pareja fue Cherry Jones, actriz de la serie ’24’, por la que ganó un Premio Emmy a mejor secundaria, un galardón al que Paulson ha estado nominada 4 veces y no ha conseguido, y que es 18 años mayor que ella.
En este caso, la diferencia de edad es mucho más grande, de hecho, casi el doble, 32 años, porque Holland tiene nada menos que 73 primaveras. Pero, como decía, la veteranía es un grado para Sarah que, tras unos meses de rumores, ha decidido hacer público su amor.
Estos meses está compartiendo con su novia los nervios de las nominaciones por su papel de Sally McKenna en ‘American Horror Story’ y el trago de que Lady Gaga la esté eclipsando . Con las ganas de premio se quedó el fin de semana pasado en los Critics Choice Awards. Sin embargo supongo que le quedará un buen recuerdo de esa fiesta, porque fue su presentación oficial a las cámaras junto a Holland.
Aún así, desde hace tiempo compartían en las redes sociales imágenes similares, acudían a los mismos eventos y en fin de año Sarah posó para Holland con las míticas gafitas de 2016, así que un poco oficial ya era. Pero, por si acaso alguien pensaba que eran madre e hija (hay por ahí gente muy mala que me lo ha preguntado), fueron juntas a un espectáculo en Nueva York y se agarraron de la manita delante de todos los focos.
A Holland no se le conoce pasado amoroso público. Con la larga carrera de esta mujer en el espectáculo, me extraña que no haya sido nunca seguida por los paparazzi. He llegado a pensar que puede ser un caso más de esos en los que las altas esferas obligan a un actor a esconder su condición sexual para no marcar a un personaje televisivo con una personalidad completamente opuesta.
No sé por qué a la gente no le gusta conocer la vida personal del actor. Y no hablo de cotilleo. Que la vida de un actor no sea como la que interpreta es, primero, lo más habitual, y segundo, demuestra su buena interpretación, porque te está haciendo creer que es algo que no es. Por eso, a mi me alegra ahora verla tan diferente a la abuela egocéntrica y superficial de la televisión.