‘Fear The Walking Dead’ ha llegado al final de temporada con uno de los mejores capítulos dejando claro dos cosas muy diferentes: que ha perdido mucho el tiempo en estos seis capítulos y que lo que prometen para la segunda temporada sí que puede ser realmente diferente. ‘The Good Man’ (1×06) ha sacado a todos los personajes de sus escondites, os ha reunido y los ha puesto con miras al océano, algo que todavía nunca hemos visto en el universo ‘The Walking Dead’. Es cierto que algunos personajes en los cómics han zarpado en travesía pero sin profundizar más en el tema.
¿Hay embarcaciones plagadas de zombis en el océano? ¿Cómo se manejan los muertos vivientes en el agua? Preguntas que, según ha adelantado Robert Kirkman, podríamos empezar a resolver incluso en la próxima temporada de ‘The Walking Dead’. Esperemos que no, porque a Rick y compañía no le hace falta todavía mojarse las pantorrillas para que nos tengan entregados. Esperemos que se reserven la carta para ‘Fear The Walking Dead’ que la necesita como agua de mayo.
La primera temporada de ‘Fear The Walking Dead’ ha sido una temporada de personajes, pero ha tenido un gran problema en ello: sus personajes son aburridos y poco tienen que contar. Si dejamos de lado a Travis, Daniel y Nicholas, la aportación del resto de personajes a la trama ha sido prácticamente nula. Incluso Nicholas ha acabado siendo prescindible pese a empezar como uno de los personajes más potentes. Si la serie quiere mantener esta línea psicológica y darse el lujo de no sacar zombis en la gran mayoría de sus capítulos necesita personajes más fuertes.
De cara a la segunda temporada todas las miradas están en Victor Strand, el hombre más elegante del apocalipsis zombi que nos ha hecho mirar al mar como una opción de supervivencia en un mundo invadido. Ha sido sin duda el gran giro de la season finale. Un episodio que ha sacado a todos los personajes de sus escondites para llevarlos a una casa idílica con vistas al Pacífico. Un lugar idílico en el que el camino de Elizabeth ha terminado (no creo que la echemos de menos). Una muerte narrativamente efectiva pero muy poco visual (volvemos a lo psicológico) quizá un poco pillada por los pelos obligados a matar a alguien. Habría preferido que muriera su hijo e incluso la insoportable de Alicia.
Del capítulo poco más. Curioso que cuando Travis y compañía abandonan la urbanización ya abandonada por los militares ni se molestan en volver a cerrar la puerta al salir con los coches. Los vecinos que se las apañen. Y absurdo que Christopher y Alicia se escondan en un coche sin mirar lo que se les aproxima. Si hubiera sido un zombi, ¿qué más da que les vean? Y en el caso final de los militares, ¿no será mejor verlos venir, arrancar el coche y salir corriendo? Las tramas y decisiones de los más jóvenes no se las han pensado ni dos minutos.
‘Fear The Walking Dead’ se despide de una temporada corta e irregular que prometió mucho más de lo que finalmente ha dado. Aprueba, sí, sin duda, pero poco más, su gran fallo ha sido que no ha conseguido justificar su existencia. Hasta el momento no ha aportado nada que ‘The Walking Dead’ no nos haya enseñado ya antes. Como no se reinvente en la segunda temporada (el final de esta promete que será capaz de hacerlo) le va a ser difícil asegurarse una tercera. La audiencia en Estados Unidos ha ido cayendo paulatinamente, veremos qué pasa en su regreso. La segunda temporada se emitirá en 2016 y constará de 15 capítulos.
Se acaban las reviews de ‘Fear The Walking Dead’ pero la semana que viene comienzo con las de ‘The Walking Dead’. ¡Nos leemos!