[ UK | 2017 | BBC | 12 capítulos de 45 min | NOTA: 8,5 ]
La leyenda que salvó el mundo tiene nombre propio. Es Martha Jones, la companion del Doctor en la tercera temporada de ‘Doctor Who’. Un personaje que se tira casi toda la temporada olvidada, de comparsa, sin ningún papel clave en las misiones del Doctor. Una companion que no destaca realmente por nada. Que funciona, sí, pero que no consigue en ningún momento que nos olvidemos de Rose (ni siquiera que nos olvidemos de Donna). Por eso tiene más valor que siendo un personaje que se queda en “correcto” consiga regalarnos dos últimos capítulos apoteósicos en los que gran parte del peso de la trama recae en ella.
El personaje de Martha va de menos a más, igual que la temporada. Algo intencionado. No es fácil que el espectador acepte una nueva companion en dos capítulos. Yo necesité más de una temporada para querer a Rose. En este caso he necesitado 12 capítulos para querer a Martha. Un personaje definido por su inteligencia, por su valentía, y por su capacidad de mantener la mente fría. Una companion a la que desde el primer capítulo los ojos le hacen chiribitas cuando ve al Doctor (demasiado pronto, quizás), pero que durante toda la temporada siente la sombra constante del recuerdo de Rose.
Aunque si hay algo que hace que Martha se quede en “correcta” es que la tercera temporada de “Doctor Who” es muy oscura, pierde gran parte del humor a la que nos había acostumbrado, construyendo una companion que tiene menos oportunidades de mostrarnos su lado más informal. No he echado la cuenta, pero muere muchísima gente esta temporada. No es a lo que nos tiene acostumbrados la serie, pero funciona igual de bien y los seis últimos capítulos de la temporada son bestiales.
GALLIFRAY
Esta temporada profundiza mucho en la mente del Doctor. Descubrir que no es el único Señor del Tiempo con vida y que, además, el otro de su misma especie es un gran villano, pondrá a prueba sus principios. Eso sí, demostrará hasta el final su amor incondicional por todas las razas del universo. En ningún momento querrá matar al Amo, al que verá morir entre sus brazos y con las lágrimas en sus ojos. Toda esta trama le permite hablarnos de Gallifray, de los orígenes de los Señores del Tiempo, de cómo se formaban desde pequeños frente al vórtice. He rescatado estas palabras del Doctor que son para enmarcar, tanto por lo que dice como por lo que se ve en esa secuencia.
“El mundo Brillante de los Siete Sistemas y del continente de los Empeños Salvajes, en las montañas de la Quietud y la Soledad. Allí se erguía la ciudad de los Señores del Tiempo, la más antigua y poderosa especie del Universo. Mirando hacia las Galaxias juraron no intervenir jamás, solo observar.”
Que sea una temporada tan oscura hace que el personaje del Doctor se construya aún más, que entendamos mejor sus actuaciones, sus apegos emocionales, su pasado. En los momentos duros es cuando más conectamos con él. Hasta la fecha creo que la despedida de Rose y la muerte del Amo han sido los que más han definido su personaje. Por cierto, maravilloso el Doctor enjaulado convertido en un reducto de lo que fue por el verdadero paso de los años. Esta temporada tiene giros tan serios y tan sorprendentes que es maravilloso.
EL REGRESO DE JACK
Me fascina lo bien construidas que están las temporadas en ‘Doctor Who’, lo redondas que son y cómo incluso lo más trivial acaba teniendo una conexión directa con el desenlace de la trama. Conexiones que van más allá de la temporada, que conectan con las entregas anteriores dando un sentido máximo al universo. Uno de los mejores ejemplos es el regreso de Jack Harkness. El Capitán regresa para explicarnos por qué es inmortal: “es una anomalía, un punto fijo en el espacio-tiempo”. Una inmortalidad que le dio Rose cuando entró en el vórtice al final de la primera temporada.
Y lo más maravilloso de todo, Jack es el Rostro de Boe, viajero del tiempo que se crió en la Península de Boeshane y en la que le llamaban así, “el Rostro de Boe”, por ser el más guapo de lugar. Qué gran personaje, es aparecer y la trama pisa el acelerador. Tengo pendiente ponerme con ‘Torchwood’, aunque hasta que no termine con Tennant no creo que me ponga con ella. Cuando llegue el momento escribiré sobre ella también.
EL AMO
Pero si hay algo que tiene la tercera temporada de ‘Doctor Who’ es un grandísimo villano. Harold Saxon es el Amo, un Señor del Tiempo al que se daba por muerto tras la Guerra del Tiempo y que ahora regresa con la intención de acabar con los humanos y crear el Nuevo Imperio de los Señores del Tiempo. El Rostro de Boe advierte al Doctor de que no está solo. Entendemos que hay otro de su especie con vida. Una advertencia que viene del pasado, Boe es Jack de mayor, ya ha vivido todo lo que va a pasar. Un guión milimétrico.
Es un Señor del Tiempo renegado y archienemigo del Doctor, mítico personaje de la serie clásica. Algunos Señores del Tiempo se vuelven locos viendo el Vórtice, ese sería el caso del Amo, que desde entonces oye el sonido de tambores en su cabeza (este tema aún no ha sido explicado). Es el antagonista perfecto del Doctor, su misma especie, sus mismos poderes pero motivaciones y actuaciones totalmente opuestas. Gran parte del éxito de su personaje es lo bien interpretado que está por John Simm.
LOS MEJORES CAPÍTULOS
Aviso, al hablar de los capítulos de la temporada no incluyo el especial de Navidad: ‘Voyage of the Damned’, que aún no he visto. Sigamos.
Los seis últimos capítulos de la temporada son brutales. Quizá mi favorito es ‘Utopia’ (3×11), episodio en el que reaparece Jack, en el que viajarán al límite del universo para encontrarse con el Profesor Yana (qué grande Derek Jacobi) que descubrirá al final que es un Señor del Tiempo y se regenerará en Harold Saxon. Es una pasada.
El episodio doble ‘Human Nature’ (3×08) y ‘The Family of Blood’ (3×09) me pareció mágico, tanto que creí que lo había escrito Steven Moffat. Un episodio precioso conectado con ‘Utopia’, explicando el Arco Camaleón, ese instrumento capaz de reescribir la biología del Doctor y convertirlo en un humano corriente. Sí, desde entonces quiero tener en mi poder una réplica de ese maldito reloj de los Señores del Tiempo.
‘Blink’ (3×10) me haya parecido una obra maestra, también es verdad que tengo debilidad por los guiones de Steven Moffat y además los Ángeles Llorosos son mi debilidad. La historia es una pasada y con un personaje secundario magnífico como Sally Sparrow, uno de los personajes que hacen sombra incluso a Martha.
Y qué decir de ‘The sound of Drums’ (3×12) y ‘Last of the Time Lords’ (3×13), un broche de oro para una trama que se ha fraguado lento pero que ha necesitado tres capítulos enteros para dar todo lo que tenía guardado bajo la manga. Cómo nos engañan con el arma capaz de destruir al Amo, ese macguffin que nos tiene en vilo todo el episodio.
Me encanta el personaje de Tom Milligan (grande Tom Ellis) y cómo se convierte en el futuro de Martha. Qué maravilla cuando Martha se despide del Doctor confesando que seguir a su lado le hace daño. Porque todos sabemos que él sigue pensando en Rose.