Hay series que llaman la atención sólo con su tráiler, con la sinopsis e incluso con sus imágenes promocionales. Pero también las hay que por mucho que intenten venderse no logran despertar nuestro interés. Esto último es lo que me pasó con ‘My Mad Fat Diary’, una producción británica que pese a presentarse como ñoña y sólo apta para mujeres esconde tras de sí una fuerte historia de miedos, superaciones y complejos con la que es imposible no conectar peses lo que peses. Una dramedia (más comedia que drama) muy compacta que pese a que la esté recomendando a estas…
Resumen de Reseña
Argumento y guión – 8
Fotografía, música y reparto – 6.5
BUENA
Resumen : Miedos, superaciones y complejos narrados con mucho optimismo.
Hay series que llaman la atención sólo con su tráiler, con la sinopsis e incluso con sus imágenes promocionales. Pero también las hay que por mucho que intenten venderse no logran despertar nuestro interés.
Esto último es lo que me pasó con ‘My Mad Fat Diary’, una producción británica que pese a presentarse como ñoña y sólo apta para mujeres esconde tras de sí una fuerte historia de miedos, superaciones y complejos con la que es imposible no conectar peses lo que peses.
Una dramedia (más comedia que drama) muy compacta que pese a que la esté recomendando a estas alturas del año se estrenó en el canal británico E4 en enero y ha sido renovado por una segunda temporada que se emitirá en 2014. La primera temporada son seis episodios de unos 45 minutos. Aquí tenéis cinco razones para ver esta cuidada producción británica.
EL PUNTO DE PARTIDA
Basada en el libro homónimo de la escritora inglesa Rachel Earl (‘My Fat, Mad Teenage Diary’), la serie cuenta la historia de una adolescente con problemas de sobrepeso que intenta suicidarse y es ingresada en un centro para que se recupere. La serie empieza meses después de que Rachel intentara quitarse la vida cuando vuelve a su rutina ocultando la razón por la que ha estado meses desaparecida. Una nueva etapa que acompañará con un diario para escribir sus pensamientos según recomendación de su psiquiatra.
UN DRAMA OPTIMISTA
Podríamos decir que ‘My Mad Fat Diary’ es una dramedia muy irónica y optimista. Pese a la crudeza de sus temas, el personaje de Rachel no para de impregnar de humor cada situación por incómoda que sea. Una joven con problemas pero que no deja de sorprenderse de todo lo nuevo y no pierde las ganas de disfrutar hasta donde sus temores le dejen. La serie te mete en la cabeza de Rachel, en su mundo, creando una gran empatía y consiguiendo que el lado más adolescente del espectador renazca.
SECUNDARIOS PROTAGONISTAS
Quizá lo que más sorprende de ‘My Mad Fat Diary’ es que pese al protagonismo de Rachel el resto de personajes brillan tanto o más que ella. Y es que la serie nos viene a contar que todo el mundo guarda secretos y lidia con problemas, aunque siempre tenga una sonrisa en la boca. La trama nos mete en la vida de cada uno de los secundarios para reflexionar sobre el inconformismo propio de la naturaleza humana, las debilidades, los complejos, y sobre todo el valor de la sinceridad.
JUGANDO CON LAS IMÁGENES
‘My Mad Fat Diary’ juega en cada episodio con grafismos que se superponen en la imagen para representar los pensamientos de Rachel. Un recurso que quita hierro a la trama y que se complementa perfectamente con el optimismo que rezuma la serie en cada historia. Grafismos en ocasiones delirantes y en otras irreverentes, propios de la mente de una adolescente descubriendo el mundo.
BANDA SONORA
Un canto seriado a la esencia de la pubertad acompañado de una gran banda sonora llena de grandes temas de los noventa, una delicia para todo treintañero. Rachel es una apasionada de la música y, como no podía ser de otra forma, su cuarto está repleto de casettes que la acompañan en las horas solitarias y que también comparte con sus amigos. Aquí tenéis el enlace al playlist de E4 de la banda sonora en Spotify.