La serie se llamaba ‘Los problemas crecen’, y la elección del nombre era una premonición de lo que sus actores más jóvenes iban a vivir tras pasar por su set de rodaje. Conocida es la conversión al catolicismo más radical de Kirk Cameron (Mike Seaver) y también se hicieron públicos los problemas de anorexia de Tracey Gold (Carol Seaver). Ahora es el pequeño de la familia, Jeremy Miller (Ben Seaver) el que se ha hecho eco de un nuevo drama: el alcoholismo infantil.

Un irreconocible Jeremy de 39 años se ha sentado esta semana ante Oprah y se ha sincerado confesando que bebe desde los 4 años. Según cuenta, sus abuelos celebraban fiestas casi todos los fines de semana, y a él no se le ocurría otra cosa que acabarse las cervezas que quedaban por la casa a medio beber.

Parece que nadie controlaba al pequeño Jeremy, que tras su confesión ha dejado a Drew Barrymore, y su alcoholismo a los 9 años, en una auténtica aficionada. Pero el problema de los dos actores, al final, era el mismo: una familia desestructurada. La única diferencia es que Drew era ya una estrella gracias a E.T. Sin embargo, Jeremy, sacando algunos anuncios en televisión, no saltaría a la fama hasta los 9 años, cuando empezó a rodar la serie.

No sabemos si los compañeros notaban algo en el niño, pero dice que a los 12 ya era un completo borracho y no podía dejar de beber. Él asegura que es algo “genético o mental” y que esa debilidad por el ‘agua con misterio’ siempre estuvo ahí, que él tenía que luchar por no caer en la tentación.

“La peor parte llegó cuando empecé a tener pérdidas de memoria, apagones”, le cuenta Jeremy a Oprah. Al parecer, tiene días que no recuerda nada de lo que hizo. Simplemente se despertaba en su habitación, con suerte, o en cualquier otro lugar, y no podía ni reconstruir qué había pasado. “Me podrían haber dicho que tenía cuatro cadáveres en el coche y que los había matado, que no sabría cómo explicarlo”, dijo sobre estos episodios. “Suerte que en esa época nunca tuve a mano una pistola, porque no sé qué podría haber hecho”, declaró.

Toda esta locura de vida le ha pasado factura. Su carrera nunca llegó a despegar después de la serie, y en lo personal, las cosas no iban del todo bien. Cuando ya era un adolescente, protagonizó un ‘triángulo’ amoroso digno de las mejores portadas de la ‘Super Pop’. Las afectadas eran Danica McKellar (‘Aquellos Maravillosos Años’) y Candance Cameron (Padres Forzosos).

Decían hace 25 años que el chico había roto con Danica porque quería salir con otras chicas, aunque más bien era con una en concreto, Candance. Todo esto habría ocurrido a través de una llamada de teléfono, lo que le da más dramatismo. Esta historia caló tanto en los adolescentes estadounidenses que hace unos años ambas actrices coincidieron en ‘Mira quién baila’ y el morbo de verlas juntas era por esta historia.

De hecho, Jeremy fue preguntado, de nuevo, por lo que había pasado. En una revista dijo que no recordaba que la historia fuera así. Dice que considera a Danica su primera novia y que con Candance había quedado un par de veces y se habían cogido de la mano. Poca cosa más.

Claro, ahora sabemos que el alcohol podría haberle pasado factura en su memoria. El caso es que se quedó sin ninguna de las dos y, finalmente, conquistó a una chica anónima que, además, ha vivido con él su época más dura. Cuenta que la mañana en la que tocó fondo, fue una en la que se despertó en el suelo de su casa, con su novia aterrorizada en la esquina de la cama y sin saber qué había pasado. Afortunadamente, la pobre mujer, que se llama Joanie y le acompaña a todos lados, se casó con él y acabó poniéndole firme.