[ UK | 2018 | BBC | 3 capítulos de 60 min | NOTA: 6 ]
Entre series y películas, ya he perdido la cuenta de cuántas adaptaciones de relato de Agatha Christie he visto. Y es verdad es que difícil encontrar títulos que no sean olvidables. Muy entretenidos, sí, pero olvidables. Eso es lo que le pasa a ‘Inocencia Trágica’ (‘Ordeal by Innocence’), que pese a lo efectivista que es en algunos aspectos y a lo entretenida que es, acaba siendo una miniserie olvidable. Me ha entretenido mucho, mantiene muy bien la intriga hasta el final, pero narrativamente no ofrece nada nuevo, es un producto muy sencillo que tiene sus luces y sus sombras.
La trama gira en torno al asesinato de Rachel Argyll, una mujer de la alta sociedad británica. En la investigación se encuentran las huellas de su hijo adoptivo, Jack, que es arrestado y condenado. Un caso que se reabrirá dieciocho meses después cuando los Argyll reciben la visita del doctor Arthur Callgary, un desconocido que afirma que Jack no cometió el crimen porque estaban juntos cuando ocurrió todo. Las sospechas recaen ahora sobre todos los miembros de la familia, que parecen esconder secretos nunca confesados.
El caso realmente es muy bueno, y el guión sabe mantener la intriga hasta el final haciendo dudar de todos los personajes. Pero narrativamente la serie flaquea en muchos puntos, sobre todo en los dos primeros episodios (el tercero, que es el desenlace, es el mejor construido). En ocasiones hace giros de guión muy fáciles, en momentos que podrían haber sido resuelto de forma sencilla de una forma más creíble. Pero luego en momentos más difíciles demuestra que es capaz de hacerlo bien. Juega de maravilla con los flashbacks, completando la historia y disparando sospechas.
La construcción de personajes resulta atropellada, respondiendo a clichés que no justifica con detenimiento. Es verdad que el guión busca terminar de explicar a cada personaje con el desenlace, en el que acabas entendiendo por completo las motivaciones y los secretos de cada miembro de la familia. Pero aún así deberían estar mejor dibujados los personajes desde el principio. El que mejor construido está desde el principio es Arthur Callgary.
Visualmente correcta, destaca sobre todo por la localización de la mansión de los Argyll, en un lugar espectacular. He echado en falta que los interiores de la casa crearan más misterio, que fueran más oscuros, más viejos. Aunque entiendo que el colorido y la luz de los interiores es algo buscado para marcar diferencia, pero creo que resta empaque al thriller. No me he leído el libro de Agatha Christie, pero según me comentan el desenlace es diferente en la miniserie.
Cotilleando sobre el libro de Agatha Christie he visto que hay otra adaptación francesa de 2008 (disponible en Filmin), por si a alguien le interesa. Yo aún no la he visto. Os recomiendo otra miniserie británica que adapta una novela de Agatha Christie: ‘And Then There Were None’, me gustó más que ‘Inocencia Interrumpida’.