Si hay algo que ha heredado ‘Fear The Walking Dead’ de su serie madre es su forma de narrar. Dos momentos de un mismo universo con un guión sin prisa, que se deleita con el silencio, con el vacío, y al que le gusta olvidarse de la coralidad del reparto para dejar solo a un personaje durante todo un capítulo. Una manida costumbre en la franquicia zombi de Robert Kirkman y que esta vez ha brillado en ‘Grotesque’ (2×08). Un episodio de transición que nos abre las puertas a La Colonia de Tijuana, un campamento aislado del mundo zombi en el que los muertos no son monstruos. Para los seguidores de ‘The Walking Dead’ es imposible no hacer paralelismos con Alexandria.
El regreso de la segunda temporada de ‘Fear The Walking Dead’ ha puesto en el centro del escenario a Nick, el único personaje de la serie que podía mantener por sí solo todo un episodio. Quizá Victor podría haberlo hecho también, pero lo digo con la boca pequeña. Desde el capítulo piloto Nick ha sido el personaje más compacto, con las tramas más potentes (menos absurdas), y el que ha aportado a la supervivencia nuevos matices que la audiencia de AMC aún no conocía. Un personaje que nos vuelve a dar una lección narrativa con un camino hacia Tijuana que, pese al poco fondo de los acontecimientos, consigue que el episodio se consuma solo.
‘Grotesque’ ha sido un capítulo muy silencioso, tanto que ha tenido más diálogos en castellano que en inglés. Nick emprende su propia misión para encontrar un sitio (si lo hay) en el que compartan su visión del nuevo mundo. Toma rumbo hacia Tijuana en un camino en el que la muerte le pisa los talones más cerca de lo que lo ha hecho nunca. Deshidratado, muerto de hambre y encima cojo (tras ser atacado por un perro), Nick llega a perderse en los delirios zombis cuando su cuerpo empieza a estar más en el lado de los muertos que en el de los vivos.
Por el camino se encuentra a villanos rematadamente torpes incapaces de acabar con su vida, y a supervivientes no tan villanos para los que su presencia supone una amenaza. Un camino que recalca lo indefensos que se encuentran ya los supervivientes al apocalipsis zombi de AMC. Un camino de ensoñaciones con un guión que deja todo el lucimiento al plano técnico. ‘Grotesque’ nos deja grandes planos e incluso grandes secuencias musicales. Un episodio con nuevos escenarios, nuevas amenazas, y sobre todo, nuevos personajes para el resto de temporada. Un brillante episodio de transición capaz de presentar en los últimos minutos una nueva línea narrativa prometedora.
La Colonia de Tijuana es el nuevo hogar de Nick, los nuevos supervivientes al apocalipsis zombis que parecen vivir aún más felices que los habitantes de Alexandria. Aunque seguro que no es oro todo lo que reluce, Luciana muestra el lado más honesto de los nuevos personajes. No le salvan cuando le ven en la carretera, sí, pero tampoco le matan. Alejandro, el hombre que cura pierna de Nick, deja claro que es algo más que el médico del lugar. “No hay que temer a la muerte, pero tampoco buscarla”. Lo que esconde La Colonia es todavía un misterio, pero abre incógnitas que dan a la trama el empuje que pedía la serie a gritos tras el insulso viaje en alta mar de la primera mitad de temporada.
Hay que ser conscientes de que pese a las promesas del final del capítulo, ‘Grotesque’ ha sido un paréntesis en la narración. El resto de personajes de ‘Fear The Walking Dead’ están esperando con ansiedad para entrar en escena, y eso hará que esta nueva trama pierda los minutos que quizá ahora querríamos darle. Sea como fuere, el arranque de esta segunda mitad de temporada es más que correcto, incluso podría decir que por momentos brillante. Una declaración de intenciones de que el reparto se va a fracturar aún más y nuevos personajes van a entrar para poner la sala de guionistas patas arriba. Cualquier cambio narrativo es bienvenido.
Los dos temas musicales del capítulo son: ‘How Low’, de José González (que suena al inicio del capítulo), y ‘Hard As Nails’, de Peter Wolf Crier (que suena al final del episodio).