[Nota: 6,5]
‘The Damned’ (8×02) es quizá el único capítulo de ‘The Walking Dead’ hasta la fecha que transcurre por completo en lucha. Un episodio muy bien construido en el que vemos por primera vez un ataque estratégico global realizado por el bando de Rick. Una ofensiva que parece seguir un plan claro: ir aniquilando las bases de apoyo de Sanctuary para dejar sin refuerzos a Negan. El plan parece ir por buen camino, pese a que nuestros protagonistas se enfrenten una lucha de valores en la que poco más se puede hacer que seguir hacia delante y cerrar la mente antes de disparar.
Negan ha cambiado por completo a Rick. Nada queda de ese sheriff que buscaba cualquier vía antes que aniquilar a sus enemigos. Nada queda de ese hombre para el que valía más la seguridad de los suyos que saciar su deseo de venganza. Una lucha de supervivencia que para Rick y Negan ha terminado siendo una demostración de quién la tiene más grande. Pero el sheriff ha recibido un jarro de agua fría esta semana al matar a un hombre que cuidaba de una niña poco más joven que Judith. Pero poco tiempo le da para romperse por dentro, porque las amenazas siguen y Morales hace acto de presencia.
Cualquier intento de ‘The Walking Dead’ para conectar temporadas es bueno, pero tampoco nos vamos a volver locos porque regrese un personaje que nadie recordaba y que ni siquiera tuvo peso en los capítulos en los que intervino durante la primera temporada. Más allá de Morgan, pocos personajes emblemáticos se quedaron por el camino. Veremos qué nos depara Morales, por ahora lo único que sabemos es que está del lado de Negan y que no guarda muy buen recuerdo de Rick.
DILEMAS INTERNOS
El combo de Tara y Jesús es el que mejor refleja cómo hay distintas formas de llevar a cabo el plan establecido para acabar con Negan. Una dispuesta a acabar con la vida de cualquier enemigo y el otro buscando la rendición antes de disparar el gatillo. División de puesta en práctica que les ha llevado a una situación surrealista con Dean, que estaba claro que no era de fiar. Con una u otra forma de ver las cosas, el objetivo es hacerse con el armamento de Negan, e incluso recuperar los suministros robados de las distintas colonias con las que tienen acuerdos abusivos.
El mayor dilema personal lo ha tenido Morgan, un debate interno que le viene como anillo al dedo al personaje. Siempre se ha debatido entre matar o no matar, es normal que siga teniendo momentos de debilidad cuando dejó su aislamiento idílico para pasar a esta lucha armada. Llama la atención la evolución de Ezekiel, reacio en un inicio a esta guerra y que ahora lidera con efusividad uno de los grupos de ataque. Esta claro que este hombre vive todo con la misma intensidad, ya sea construyendo un reinado idílico o matando a los secuaces del mayor enemigo que ha tenido nunca.
ZOMBIS Y FOTOGRAFÍAS
Si hay algo que ‘The Walking Dead’ está descuidando últimamente son las dosis de zombis. Yo no veo la serie por eso, pero es verdad que hay mucha gente que sí lo hace, que su mayor gancho es el elemento zombi. Esta semana se redimen un poco y nos dan buenas escenas de zombis abiertos en canal esparciendo sangre. Pese a ello, su presencia sigue siendo notablemente inferior a la que nos daban en temporadas anteriores.
Y los seguidores de Rick siguen haciendo fotografías a todos seguidores de Negan que han sido vencidos, ya sea porque se han rendido o porque han sido aniquilados. Se está construyendo esa venganza final en la que el sheriff pueda regodearse pagándole exactamente con la misma moneda. ‘The Damned’ ha sido un buen capítulo aunque, si lo analizas bien, no ha avanzado casi la trama. Pero la acción y el desarrollo de los personajes han hecho que merezca la pena.