La sexta temporada de ‘The Walking Dead’ baja la marcha esta semana con un capítulo que se salva por sus quince últimos minutos. Un episodio clave en la línea narrativa de la serie pero que deja un regusto agridulce al decir adiós de una forma muy fría a un personaje que nos acompaña desde la primera temporada. Con ‘Thank You’ (6×03) ha llegado la muerte de Glenn con una escena engañosa. Una muerte que, a expensas de la repercusión que vaya a tener en el resto de personajes, es sin duda una de las peores hasta la fecha.
Era sin duda uno de los rostros más representativos de ‘The Walking Dead’. Desde que Rick se topara con él en Atlanta en el comienzo de la serie y le reuniera con Lori y Carl, Glenn ha sido uno de los apoyos más importantes del sheriff en este nuevo mundo. Un personaje que robó aún más minutos de serie cuando le dieron la primera verdadera historia de amor de la serie al llegar a la dichosa granja y prendarse de Maggie. Un personaje clave al que los guionistas han dicho adiós de una forma rápida, torpe y simple.
Que Glenn acabe de una forma tan fácil en un callejón sin salida rodeado de zombis viola la esencia del personaje. Que uno de los grandes líderes de la serie decida en este episodio dejar todas sus decisiones en las manos de Nicholas es difícil de asimilar. Y aún más que caiga en la jauría zombi por intentar sujetar el cuerpo de un personaje que se acaba de suicidar. Pero este último giro era buscado para despistar a la audiencia y no dejar claro si las tripas que vemos son realmente de Glenn o si son de Nicholas.
Los cómics nos dicen que no ha sido ningún engaño, Glenn ha muerto, esperemos que así sea. No porque sea merecida sino porque si ha sido todo un engaño sería un juego muy sucio por parte de los guionistas. Una muerte inevitable que, pese a lo inesperado de la misma, nada ha tenido de especial, ni narrativa ni visualmente. Pérdida que cobrará la importancia que merece el personaje cuando veamos cómo afecta a Maggie y compañía.
Una muerte que llega en un momento en el que los fieles a Rick promulgan una supervivencia en la que no hay que mirar atrás y en la que sus principios escocerán como nunca cuando quien se queda atrás es uno de los suyos, de los de siempre. Lo dice bien claro Michonne en el capítulo: “A veces no hay otra opción (que seguir adelante sin mirar quién queda atrás), si no lo aprendes mueres”.
La muerte de Glenn no ha sido lo único que ha hecho reflexionar sobre la vida y la muerte. Al final del capítulo Rick está solo, herido, y sufriendo un ataque. No puede pedir ayuda. Si lo hiciera estaría contradiciendo las reglas de la supervivencia que lleva defendiendo desde hace dos temporadas. Su vida tiene que valer lo mismo que la del resto, y la de Glenn también debería valerlo. La supervivencia tal cual la entienden ahora no deja posibilidad de volver la vista atrás y deshacer los pasos por salvar vidas individuales.
La supervivencia es grupal, quien ponga en riesgo la suya propia es responsable de ello. ‘Thank You’ nos ha demostrado que ni siquiera todos los fieles de Rick son capaces de comulgar con este concepto siempre. Michonne llega incluso a cuestionar a Rick pese a ser la primera en rematar a quien está condenado a convertirse en zombi. “Rick no lo sabe todo”.
Ha llegado el momento de que los que llegaron a Alexandria cambiando las reglas del juego afronten una dolorosa pérdida. Pero la muerte de Glenn también es un duro golpe para la audiencia que no esperaba que ‘The Walking Dead’ se atreviera a matar a otro de sus protagonistas sin previo aviso, sin crear una atmósfera a lo largo del capítulo que te hiciera prepararte. Muerte narrativamente insulsa, pero ese ha sido el sacrificio de los guionistas para pillar a la audiencia desprevenida (incluso a los lectores de los cómics).