‘The Walking Dead’ ha dado el pistoletazo de salida a su quinta temporada con ‘No Sanctuary’ (5×01), un episodio cargado de acción, muy agresivo visualmente y en el que varios de sus personajes dan un paso adelante en su concepto de supervivencia. Un capítulo en el que Carol nos ha regalado un cambio radical en el tablero de juego regalándonos una foto de familia de todo el grupo que llevábamos ya tiempo queriendo ver. Un regreso con tan buen ritmo que no deja al espectador ni pestañear. A ‘No Sanctuary’ sólo se le puede poner una pega: que no da ni una pista de hacia dónde va a ir la temporada.
Media temporada estuvimos esperando a llegar a Terminus y ahora que hemos llegado ya nos hemos vuelto a ir. ‘No Sanctuary’ realmente es el broche de la historia de la cuarta temporada, igual que ‘Dead Weight’ (4×07) lo fue de la tercera. Que a ‘The Walking Dead’ le gusta estirar el chicle no es nada nuevo. Sea como fuere, el capítulo que ha abierto la quinta temporada es otro gran ejemplo de lo bien que saben hacer las cosas (cuando quieren) en la serie más sangrienta de AMC.
Exceptuando ‘The Grove’ (4×14), el papel de Carol en la cuarta temporada pasó sin pena ni gloria por la trama, pero ahora ha vuelto dispuesta a cambiar esa situación. El discreto viaje de Carol hacia Terminus ha sido el que finalmente ha desencadenado la liberación de Rick y compañía y el reencuentro de todos. Una Carol convencida de que hay que hacer lo que sea necesario para asegurar su supervivencia, caiga quien caiga por el camino. Una forma de ver el mundo zombi que cada vez está más presente en el líder del grupo.
Rick es quizá el personaje que más cambiado vuelve. Un líder que no duda en matar a personas, que no se molesta ni en rematarlas para que no se conviertan y que incluso necesita que Gleen le baje los humos recordándole quién es. Un Rick de pensamiento idéntico a la Carol que él mismo echó del grupo por su forma de ver la supervivencia. Un cambio que justifica su sonrisa de medio lado y ese abrazo cuando se reencuentra con Carol (mucho han cambiado las cosas desde que la «invitó» a abandonar la cárcel).
Tyreese también emprende ese camino de insensibilización en este capítulo, con un villano (por llamarlo de alguna forma) que realmente hace de voz reflexiva de los guionistas para justificar la forma de actuar de Carol o de Rick. Las reglas del juego han vuelto a cambiar y la sueprvivencia cada vez es más cruda. Prueba de ello es que éste haya sido un episodio visualmente muy agresivo, con mucha sangre y sobre todo con movimientos desalmadas de sus personajes. Todo aquel que ponga en riesgo sus vidas es considerado una masa de carne, nada más, filosofía de los habitantes de Terminus que los consideran ganado (gran arranque de capítulo degollando a personajes cual cerdos en matanza).
Un capítulo agresivo que también ha tenido momentos lacrimógenos. El gran reencuentro entre Daryl y Carol, que desde que ella recoge su ballesta ya se empieza uno a poner nervioso en el sofá anticipándose al momento. O el reencuentro de Rick y Carl con su hija, un momento muy fugaz pero cargado de sentimiento (sobre todo teniendo en cuenta que la vida de la niña se ve amenazada en el caplítulo). Por cierto, Carl sigue creciendo y es ya uno de los actores de The Walking Dead con la voz más varonil. Y Judith está claro que no pasa hambre, porque tiene unos mofletes de lo más saludables.
Tendremos que esperar una semana más para ver hacia dónde va la quinta temporada, lo que está claro es que por ahora todo va a pedir de boca y ‘No Sanctuary’ ha sido un gran capítulo. Veremos qué hacen con esos saltos temporales de Now y Then. Por ahora han captado toda mi atención.