[Nota: 4,5]
La temporada once de The Walking Dead se despidió la semana pasada por todo lo alto, con la llegada a Riverbend de Maggie y el ataque de Carlson para recuperar las armas perdidas. Acción en estado puro que ‘Núcleo perdido’ (11×14) no ha recuperado, regalándonos un episodio insulso que ha alargado innecesariamente un ataque al que le quedaban dos escenas para terminar. Hasta el minuto 30 del episodio el ataque no avanza. Hasta ese momento paralizan todo para que Negan pueda contarnos qué ha estado haciendo este tiempo y hablando con el hijo de Maggie reflexionando sobre cómo ha cambiado. Todo lo que se reflexiona en torno a Negan me gusta, pero no el contexto en el que se ha hecho.
Negan acabó en Riverbend y se ha integrado tanto que se ha casado (y dejado embarazada) a Annie. Aunque no cuadre por el poco tiempo que ha pasado y todo lo que ha hecho Negan, esto realmente es lo de menos. Lo importante es cómo Annie nos hace ver que en este mundo todo el mundo ha cambiado y que «nadie tiene las manos limpias». Pero es el pasado. Hershel queda en este episodio en las manos de Negan, «el hombre que mató a su padre», pero él jura defenderle con su propia vida. Y nos lo creemos, porque ha cambiado, la única que parece no terminar de creérselo es Maggie. Por cierto, esta trama se resuelve emplazando Negan a Hershel para que cuando sea mayor vaya y salden esta cuenta pendiente. ¿Posible trama para el spin-ff de Negan y Maggie?
El ataque a Riverbend se resuelve en dos escenas matando a Carlson y descubriendo que realmente no fueron ellos quienes robaron las armas. En el cliffhanger final descubrimos que fue Leah, la ex de Daryl a la que Maggie no puedo matar al inicio de esta segunda mitad de temporada al acabar con los Segadores. Un giro que no me termina de convencer, que en vez de avanzar parece que retrocede la trama para seguir jugando cartas que ya se han usado demasiadas veces. Ella debería estar sola, porque acabaron con todos los Segadores, pero nunca se sabe. En cualquier caso, hace dos semanas vimos que hay suficientes comunidades como para estar metiendo actores nuevos que fracturen aún más la trama y desvíen el foco de la Mancomunidad.
UNA TRAMPA PARA DARYL
La trama de Riverbend ha estado mal ejecutada, pero la de la Mancomunidad ha sido un aburrimiento que no ha aportado nada. Sebastian (hijo de Pamela) chantajea a Rosita y a Daryl para que vayan a casa de un amigo suyo a recuperar un pequeño botín que guarda en la caja fuerte. Al llegar allí descubrimos que son muchas las expediciones que ha mandado para conseguirlo y que ninguna lo ha logrado. Daryl finalmente lo consigue con la ayuda de Merecer, a quien ya podemos considerar uno de los nuestros al matar a los dos vigilantes que había dejado Sebastian. Mercer es sin duda el mejor personaje de la Mancomunidad y debe quedarse con los nuestros cuando caiga todo.
Una expedición insulsa y prescindible de la que, más allá del giro de Mercer, solo podemos salvar su escena final. Carol dando parte a Lance de esta expedición. Descubrimos que Lance lo sabe y que es él quien le ofrece gente prescindible para ser sacrificadas en esas misiones. «La gente puede ser parte del problema o de la solución». Carol sigue manteniendo este rol de confidente esperando el momento en el que esa posición e información le sea útil para beneficio de los suyos. Por ahora ese momento no llega.
El episodio de esta semana ha sido lento, previsible y con muy poca chicha. Estamos en una última temporada algo más larga de lo normal que está necesitando pisar el freno porque no hay mucho más que contar. Esperemos que este capítulo sea una excepción en lo que nos queda y que The Walking Dead vuelva a pisar el acelerador para despedirse por todo lo alto.