[ USA | 2017-2019 | Hulu | 10 capítulos de 50 min | NOTA: 7 ]
‘Runaways’ ha sido la última serie de Marvel cancelada por la llegada de Disney+, la plataforma de streaming donde podrían resucitar muchas de ellas. Una serie de superhéroes que ha tenido que decir adiós en su mejor momento creativo, en su temporada más madura, oscura y fantástica hasta la fecha. Sorprende su evolución. Ha pasado de ser una ficción juvenil con un mundo mitológico muy limado como centro de la trama, a construir un universo inabarcable en el que la magia y la mitología son motor de historias con grandes personajes. Una serie que se ha ido encontrando poco a poco para despedirse en el momento en el que su universo tenía más recorrido que nunca.
Una pena tener que decir adiós a ‘Runaways’ sin ninguna certeza de que Disney la vaya a rescatar próximamente. Pase lo que pase en el futuro, la tercera temporada deja al espectador con muy buen sabor de boca, con un final muy decente para aceptarlo como final de serie y con unas tramas que hacen olvidar por completo las dos entregas anteriores. A esto hay que sumarle un mayor presupuesto, que queda claro con tan solo ver los efectos especiales de la temporada y lo potente que es en cuanto a localizaciones. El Algoritmo y la Dimensión Oscura requerían más dinero del que habían tenido antes y, por suerte, el resultado es muy bueno.
Las dos tramas principales podrían haber dado para una temporada cada una. Aunque gran parte del éxito de la tercera temporada ha sido una de ellas, la de Morgana le Fay, un personaje que sale directamente de las leyendas arturicas antagonista de Merlín, que lleva la serie a lados muy oscuros en el que la magia pone en peligro a los Runaways. Morgana consigue hacer insignificante a la amenaza que ha supuesto Jonah en las anteriores entregas.
LA DIMENSIÓN OSCURA
Morgana sustenta casi toda la temporada, intentando hacerse con el báculo de Nico y jugando con una dimensión oscura maravillosamente bien construida. Una bruja de magia oscura que intenta introducir esa dimensión en la nuestra, obligando a los Runaways a aliarse con los que desde el inicio de la serie fueron sus grandes enemigos: sus padres. Se da la vuelta a la tortilla uniendo en un mismo equipo los que llevan dos temporadas y media luchando. Nada parece repetido en esta temporada, todo es diferente y, sobre todo, arriesgado. ‘Runaways’ explora caminos nuevos que obligan a los guiones a explorar nuevos géneros narrativos.
En la dimensión oscura se queda preso Alex durante varios capítulos, jugando con el espectador sin saber si es bueno o malo. El episodio en el que van a rescatarle (‘Devil’s Torture Chamber’ 3×08) es buenísimo, no solo por lo bien que está construida conceptualmente la dimensión, sino también por lo bien que se acoplan Capa y Puñal a la dinámica de los Runaways. Dos personajes que, si no hemos visto su serie, no conocemos de nada pero que consiguen conquistarnos desde el primer momento. Estos dos personajes podrían haber dado mucho juego en otras temporadas y seguir los pasos de Lucifer en ‘Legends of Tomorrow’, que está viviendo el éxito que su propia serie nunca tuvo.
JONAH Y COMPAÑÍA
La primera mitad de temporada cierra la trama abierta en las entregas anteriores, con Jonah buscando a su hijo para después huir. Xavin es la cave en toda esta trama, un personaje que pese a su inexpresividad acaba enamorando. Un personaje al que los guionistas cuidan mucho y le dan un destino mágico conectado con el hijo de Leslie, “el híbrido que salvará el mundo de una dominación extraterrestre”. Que Tamar aparezca en la primera mitad ayuda a cerrar aún más el círculo de la trama inicial, con un papel importantísimo para el desenlace.
Otro de los grandes aciertos de la temporada cómo juegan con el algoritmo. El primer episodio (‘Smoke and Mirrors’ 3×01) en el que Chase, Karolina y Janet están en el algoritmo es visual y narrativamente brutal, como lo es todo lo que le pasa a Janet hasta el final de la temporada, convirtiéndose en virus para ayudar a los Runaways.
Además, la serie cambia las reglas del juego por completo con su temporada final. Se mueve constantemente en una línea muy delgada que separa el bien del mal y que pone constantemente a prueba a los Runaways. Los que creíamos malos pasan a ser buenos y viceversa. Alex se pasa al lado oscuro. Nico lucha constantemente por no dejarse llevar por la brujería. Los padres cambian de bando completamente, igual que la Iglesia de Gibborim. Nada en ‘Runaways’ es como fue en sus inicios.
EL FINAL
Me encanta que en el penúltimo capítulo de la temporada (‘The Broken Circle’ 3×09) se atrevan a matar a Gert para en el último (‘Cheat The Gallows’ 3×10) jugar con viajes en el tiempo para salvar su vida. Reconozco que como guion el último capítulo es el peor de todos. La idea es muy buena. Me encanta verlos en el futuro y me encanta que vuelvan al inicio de la serie para resolverlo. Pero la solución que acaban aplicando para salvar a Gert no tiene mucho sentido. Habría bastado con quitar la lámpara contra la que muere aplastada para salvar su vida. Pero en vez de eso traman un plan rocambolesco que en todo momento intenta no interferir en el pasado más allá de la muerte de Gert, pero interfieren mucho más que eso, aunque el guion lo pase por alto.
Se cierra tanto el círculo que la trama vuelve a la Iglesia y todo. Pese a sus agujeros compro el final, porque juega con el tiempo y los destinos, porque nos enseña cosas que puede que no veamos nunca si Disney no resucita ‘Runaways’, y porque es capaz de cerrar tres temporadas sin cerrarlas. Es capaz de dejarnos buen sabor de boca ante un futuro tan incierto. Empecé a ver esta serie de casualidad, sin muchas expectativas, y a terminado siendo un producto muy disfrutable.
CRÍTICA PRIMERA TEMPORADA