‘Line of Duty’ quinta temporada: todo empieza por hache

[ UK | 2012- | BBC | 6 episodios de 60 minutos | NOTA: 9 ]

La quinta temporada de ‘Line of Duty’ ha sido la más importante de todas porque ha reunido al otro lado del televisor a un número de espectadores a los que la BBC nunca pensó llegar ni en sus mejores sueños. Una serie que en su primera tuvo una audiencia media de 3,8 millones y que en su quinta temporada superó los 12 millones de espectadores de media. La culpa es principalmente de ‘Bodyguard’, la última serie de Jed Mercurio (el creador de ‘Line Of Duty’) que en 2018 se convirtió en un bombazo en medio mundo y que logró que la gente empezara a ver ‘Line of Duty’ para descubrir qué otras ficciones había hecho este hombre y ver si podrían ser tan claustrofóbicas como la que acababan de ver. Yo tengo claro que ‘Line of Duty’ es de lejos mejor que ‘Bodyguard’, pero voy a dejar las comparaciones para otra ocasión.

Centrémonos en la quinta temporada de ‘Line of Duty’, una entrega algo engañosa que, sin reinventar la fórmula, consigue ser tan claustrofóbica y adictiva que siempre. Digo engañosa porque desarrolla una trama que en ocasiones tiene regusto a final de serie, pero obviamente la season finale deja puertas abiertas (la serie está renovada por una sexta temporada). Una historia tan trepidante como siempre que se atreve a dinamitar la armonía de la AC-12 intentando resolver un caso que está conectado con las tramas de las temporadas anteriores. Me cuesta poner notas a las temporada de ‘Line of Duty’ porque me parecen todas brutales (quizá la más floja es la primera). La quinta deja ganas de revisionado desde el inicio de la serie.

EL NUEVO CASO

La quinta temporada arranca cuando un grupo criminal secuestra un convoy policial que transporta drogas incautadas. En el enfrentamiento mueren tres de los cuatro oficiales que defendían el convoy. La AC-12 investigará a la superviviente, descubriendo que existe una operación secreta que ha infiltrado a un oficial en la banda criminal para identificar policías corruptos que están trabajando con ellos. La banda va siempre un paso por delante de la policía, alguien les está pasando información, algún policía está sacando tajada de los actos de este grupo. Y es el momento de intentar descubrirlo cueste lo que cueste. Una trama que conecta directamente con el final de la temporada anterior, e incluso que deja todo preparado para una sexta temporada que siga esta línea narrativa.

[Spoilers a partir de aquí]

LOS ENGAÑOS

Uno de los elementos que más definen a ‘Line of Duty’ es que nunca sabes con quién vas, ni siquiera quién es el bueno y quién es el malo. Es un juego constante en el que apostamos a ciegas y que nos replanteamos nuestras decisiones en cada episodio. La quinta temporada juega con esto tan bien como siempre. Empezamos dudando de quién es el policía infiltrado en la operación secreta. Después de si sigue estando del lado de la policía o se ha pasado al bando del enemigo. Y a partir de ahí empieza la carnicería sobre el Superintendente Hastings, poniendo Arnott y a Fleming en una de las situaciones más complicadas en las que se han visto hasta la fecha.

La decadencia personal del personaje de Hastings da la coartada perfecta a las sospechas sobre su personaje. Dudas que realmente aparecieron cuando conocimos la temporada anterior la inicial del policía corrupto. Una inicial que, como descubrimos al final de la quinta temporada, surgió de una interpretación errónea. No era una letra, era un número. Tres eran los policías corruptos. Ya han sido identificados dos, pero sigue quedando uno que será el centro de la sexta temporada.

LOS MEJORES MOMENTOS

De la quinta temporada me quedo con dos momentos. El primero es ese cara a cara entre Arnott y Corbett en el episodio 5×04, con Hastings dando la orden de matar a Corbett y haciendo crecer de rebote las sospechas del espectador sobre su personaje. Qué momento tan brutal. La línea por la que se mueve Arnott esta temporada es maravillosa, buscando atajos constantemente y haciendo caso a lo que le dice su conciencia, aunque vaya en contra de las órdenes que ha recibido. Lucha por el todo.

Mi segundo momento favorito es el último episodio. Un interrogatorio constante a Hastings con una tensión dramática brutal. Se va tensando poco a poco hasta estallar por completo. Estás todo el capítulo esperando que se demuestre que no es culpable. ‘Line of Duty’ en estado puro. Pero hay muchos momentos más grandiosos, como el atraco al Eastfield Depot (5×03) o la muerte de Corbett (5×04).

VALORACIÓN

Soy fan incondicional de ‘Line of Duty’ y su fórmula no consigue cansarme. Me sigue fascinando cómo juegan con nuestra percepción, cómo la trama gira 360 grados sin que te lo esperes, lo rocambolescos que pueden llegar a ser sus guiones, lo atrevidos que son narrando. Disfruto con cada plano. Es una de mis series favoritas del momento. La quinta temporada da una vuelta de tuerca poniendo el foco en uno de los protagonistas y conectando directamente la trama con la temporada anterior. Creo que consigue aportar elementos nuevos, aunque toda la estructura sea conocida ya por todos. Y sobre todo creo que sigue funcionando tan bien como siempre. Una serie brutal.

Sobre Alfredo L. Zamora

Alfredo L. Zamora
Periodista madrileño devorador de series de televisión. Las ficciones británicas son mi debilidad. Creador de #CienMegas. Hago reviews semanales de #TheWalkingDead.

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