[ USA| 2002-2003 | FOX | 14 capítulo de 45 min | NOTA: 7 ]
Tras años esperando en mi estantería, por fin he visto ‘Firefly’, la mítica serie de ciencia ficción creada por Joss Whedon. Hoy en día es un clásico de los viajes espaciales, pero en su momento fue un fracaso. Las críticas fueron malas desde el principio, la audiencia baja, y fue cancelada antes de que se emitieran todos los episodios. FOX llegó a lanzar la temporada completa para olvidarse para siempre de ella, pero todo cambió cuando la serie salió en DVD.
Para sorpresa de todos las ventas en DVD fueron un éxito y los fans (que cada vez eran más) empezaron a hacer campañas muy ruidosas para resucitar la serie. Tanto ruido hicieron que Universal Pictures se lanzó a producir ‘Serenity’ (2005), una película basada en la serie original en la que Whedon pudo cerrar este universo como no pudo hacer en la televisión, ya que el final de la temporada emitida en televisión fue el grabado inicialmente, una season finale que no cierra nada.
En mi crítica voy a hablar de la serie y de la película. Porque ‘Serenity’ no deja de ser la series finale que no pudo tener ‘Firefly’. Es una pena, porque el viaje espacial de Joss Whedon terminó en su mejor momento. Tanto el final de la temporada como la película dejan con ganas de más. La serie alcanza una fluidez al final que prometía una gran segunda temporada, que habría tenido todos los aciertos que tiene la película. Pero no me enrollo más, voy a entrar en faena. Este post no contiene spoilers.
ESBOZOS DE LA TRAMA
‘Firefly’ está ambientada dentro de 500 años y cuenta las aventuras de la tripulación de una nave espacial que recorre la galaxia evitando ser interceptados por la Alianza, la autoridad que gobierna los planetas centrales del sistema estelar y que ha unificado forzosamente todas las colonias bajo un único gobierno que controla las rutas comerciales. La mayoría de trabajos de la tripulación que sigue la serie es el transporte de contrabando entre los planetas exteriores (pobres) y los planetas centrales (ricos) donde la Alianza tiene más influencia.
El capitán de la tripulación es Malcom Reynolds y su primera oficial Zoe Washburne. Son veteranos de la Guerra de la Unificación, un intento fallido de los mundos fronterizos de no ser controlados por la Alianza. En el arranque de la serie varios personajes se suben a la nave para escapar del control de la Alianza y buscar seguridad en los planetas exteriores. Todos ellos se quedarán para siempre bajo las órdenes de Malcom considerando ya la nave su hogar y la tripulación su familia. Viajan en la nave espacial Serenity, de la clase Firefly (ahí tenéis explicado el nombre de la serie y de la película).
LO MÁS ABURRIDO PARA EMPEZAR
Aquí está el gran problema de ‘Firefly’. Los primeros episodios son sosos e incluso aburridos. Arranca como un procedimental sin gracia, no se para ni siquiera a desarrollar personajes, ni a explicar bien el universo. Tampoco se esfuerza en crear una línea transversal que una la temporada. Ni en crear una gran amenaza que conecte las aventuras episódicas. Empieza sin dar nada sorprendente ni cautivador. Al principio la serie no fluye, tiene los ingredientes pero nadie hace nada con ellos. Ni siquiera es capaz de crear dinámica de grupo entre los protagonistas, algo clave en una serie tan coral.
A estoy hay que sumarle que las primeras misiones son muy sosas y los lugares a los que viajan parecen siempre el mismo pueblo del Oeste. No hay duda de que ‘Firefly’ tenía todas las papeletas para ser cancelada. No recuerdo cuántos son exactamente, pero aproximadamente los cinco primeros episodios son para eliminarlos de la temporada. No aportan nada y desperdician todo el universo que están presentando. Pero esos primeros episodios es un peaje para poder llegar a lo bueno. Merece la pena seguir, porque rápidamente llega lo disfrutable.
DE REPENTE TODO EMPIEZA A FLUIR
A partir del sexto episodio más o menos todo camba. Las misiones tienen más acción, se empieza a crear dinámica de grupo, el guion empieza a darnos buenos toques de humor, y las localizaciones se vuelven más arriesgadas. De aquí al final de la temporada todo va para arriba. Pulen puntos débiles y cada vez es más disfrutable. Cada vez tienes más cariño a los personajes y empiezas a sentirte parte de la tripulación de esa nave. No deja nunca de tener debilidades, pero llegan a explotar tan bien sus cartas que se gana a pulso que quieras ver una segunda temporada pese a que la primera haya sido irregular.
Aunque las localizaciones son más arriesgadas en su recta final, es uno de los mayores lastres de la temporada. Es una serie de ciencia ficción que visita planetas y ciudades diferentes en cada episodio. Que todas parezcan casi la misma le quita mucha fuerza al guion. Que esté inspirada en las películas del Oeste es un arma de doble filo. Le da una identidad, pero le resta espectacularidad. No ves una serie de viajes espaciales para que la acción transcurra en campos desérticos y poblados de madera. A ‘Firefly’ le faltó futurismo, o quizá presupuesto.
AL FINAL LLEGÓ LO BUENO DE VERDAD
Pero llegó ‘Serenity’ y nos dio todo lo que no había dado la serie. Mundos futuristas que nada tenían que ver con el Oeste. Viajes con nuevas razas y naves curradísimas. Un gran villano que sostiene un guion lleno de acción. Giros constantes que juegan con el espectador. Si todos estos elementos hubieran estado en la serie seguro que habría sido renovada. Las ideas estaban ahí, solo que tardaron mucho en llegar. Aquí es donde vemos al verdadero Whedon, creando camaradería con sus personajes, dinámicas de grupo muy fuertes, que emocionan sin que te des cuenta. Una historia de aventuras que pese a durar casi dos horas se pasan volando.
Además, la película hace algo que no logró hacer bien la serie: presentar el universo en los primeros minutos de la cinta. Lo hacen para asegurarse de que la entiendan los que no han visto la serie, pero es efectiva también para los que la han visto. Esta presentación tan completa no la hacen en la serie, que suelta retazos en algún capítulo sin llegar a explicarlo bien. Un mejor arranque de la serie habría cambiado todo y hoy estaríamos hablando de una serie de más de una temporada. ‘Serenity’ merece mucho la pena.
NO DEJÉIS DE VERLA
Ver por primera vez ‘Firefly’ y ‘Serenity’ en 2020 se enfrenta a dos grandes retos. El primero es que se ha convertido en un clásico y las expectativas son altas. El segundo que ya hemos visto tantas que nuestras exigencias son más altas. Es más difícil que nos sorprendan hoy que allá por 2002, donde el boom seriéfio ni existía. Pese a ello, el universo espacial de Whedon sigue siendo muy disfrutable y, aunque ha envejecido, no lo ha hecho todo lo que se cabría esperar.
Me alegro de haberla visto. No descarto hacer revisionado en algún momento de la película y de algunos capítulos concretos. Pese a que el arranque sea frío es un universo que acaba atrapando y que cuando echas la vista atrás lo recuerdas con añoranza. Nunca veáis la película antes que la serie, el orden tiene que ser el que es, hay que dejarse siempre lo bueno para el final. Una ficción que me encantaría que resucitaran en algún momento, porque el universo mola mucho y el mercado televisivo ha evolucionado tanto que seguro tendríamos una gran serie.