[NOTA: 7]
El arranque de la segunda mitad de la séptima temporada de ‘The Walking Dead’ se está caracterizando por su luz, su esperanza y su fe. ‘Rock in the Road’ (7×10) vuelve a dejar atrás la violencia para dar a Rick ese pacto que convierte su misión de acabar con los Salvadores es un objetivo factible. Si contamos con los habitantes de Alexandria, Hiltop, el Reino y los robóticos seguidores de Jadis, el frente atacante cuenta con la suficiente magnitud como para luchar en igualdad de condiciones. La muerte de Negan es algo alcanzable, posible, factible. Los aliados de Rick están claros, lo único que falta ahora es terminar de convencerlos a todos.
La resistencia de los que acabarán uniéndose a la lucha con Alexandria es sin duda el elemento más previsible de esta segunda mitad de temporada. Tienen que ofrecer resistencia porque si no les sobran capítulos si quieren terminar con la batalla. Ezekiel y Gregory ofrecerán resistencia hasta que sea necesario, aunque ambos están viviendo entre los suyos el mismo movimiento: seguidores fieles empiezan a actuar sin el consentimiento de su líder convencidos de que deben unirse a Rick y los suyos. Arco narrativo facilón que, pese a su simpleza, acaba enganchando gracias a la excitación del espectador al verse cada vez más cerca de la batalla final.
EMPIEZA EL ENFRENTAMIENTO
La salida de tiesto de Richard en ‘Rock in the Road’ frente a los Salvadores resulta gratuita. Pero era necesario que la relación de los seguidores de Negan con el Reino empezara a enturbiarse para que la decisión de Ezekiel acabe siendo necesaria, obligada, de supervivencia. Una salida de tono de Richard ante la que Morgan no es capaz de mantenerse neutral y defiende a su compañero. Parece que el viejo compañero de Rick empieza a tomar partido tras muchos capítulos en la sombra.
Teorizando en futuribles, Ezekiel parece que acabará aceptando unirse a la lucha contra los Salvadores. Decisión que creo nunca tomará Gregory, que será un caído en la jerarquía de Hiltop pisoteado por los suyos. En Gregory no hay razonamiento alguno, sólo decisiones para él incuestionables. Pero Ezekiel reina por y para su pueblo, escuchando a cada uno que llega, sea o no de su comunidad. La marcha de Daryl hacia Hiltop parece que será el último intento por convencer a un líder que tiene los días contados.
EL PACTO DE LA ESPERANZA
Gabriel aterrizó en el mundo de ‘The Walking Dead’ en ‘Strangers’ (5×02), y desde su aparición hasta el día de hoy no había aportado absolutamente nada al guión de la serie. Pero ha llegado su momento. Siguiendo su rastro es como Rick encuentra a este nuevo grupo que aceptará unir sus fuerzas para acabar con los Salvadores. Supervivientes que cogen lo que quieren allá donde van. Personas cuya inexpresividad y movimientos acompasados recuerdan a una secta religiosa de la Edad Media. Humanos que podían ser robots, y que con su disciplina casi militar prometen al espectador que serán unos estupendos aliados en la lucha. Si son capaces de rodear a Rick y compañía en dos círculos perfectos, qué no serán capaces de hacer en el campo de batalla.
Mucho nos queda aún por conocer sobre los seguidores de Jadis, lo único que tenemos claro es que se alían con nadie débil y del que no pueden sacar ningún beneficio. Rick demuestra su valía deshaciéndose del zombi empalado. Y la contraprestación a luchar junto a ellos es clara: conseguir armas. Un pacto con fecha de caducidad, que pone en movimiento a Rick, pero con una sonrisa en los labios pletórico por haber dado con la última fuerza necesaria para terminar con Negan. Sorprende lo armonioso que es el final del capítulo. ‘The Walking Dead’ está disfrutando de un claro de sol pese a que sabe que en el horizonte vienen nubes negras.
EL REENCUENTRO
Ese tándem Richard-Daryl que parecía tener mucho futuro, ha muerto casi antes de comenzar. Fracaso que nos lleva a uno de los reencuentros más esperados de la serie. Carol y Daryl vuelven a verse las caras y a fundirse en abrazos cargados de sentimiento. Un encuentro emotivo pero que no cambia nada el futuro de ninguno de los dos personajes. Un encuentro en el que Carol deja claro que si tuviera que matar dejaría de ser persona. Se ha aislado no porque no quiera la compañía, lo que no quiere es tener que matar por la gente que quiere. Y la única realidad que podría sacarla de su claustro se la ocultan deliberadamente para conservar su clausura.
Si el destino de Carol es seguir en punto muerto, firmaría una muerte heroica para ella al final de la temporada que la encumbre donde merece. Una despedida que sería muy dolorosa, pero prefiero despedirme de Carol para siempre que ver cómo uno de los mejores personajes de la serie se ha quedado como una anotación al margen de cada guión sin ningún valor en el destino de la serie. Ahora queda esperar a ver cómo Rick cumple con su pacto con Jadis, y cómo el Reino y Hiltop llegan a implicarse en la lucha. Lo que está claro es que por ahora Carol sigue sin papel en ninguno de los frentes narrativos.