Reconozco que he descubierto Lupin tarde. Pese a mi afición a la lectura y al género policiaco (soy fan incondicional de Sherlock Holmes y Agatha Christie) nunca había leído ninguna historia deArsène Lupin. He descubierto a su personaje y a su universo con la serie de Netflix y me ha gustado tanto que entre parte y parte (la serie son dos partes de cinco capítulos cada una) me he leído una de sus novelas. Aunque he leído poco deArsène Lupin, solo una de sus novelas, reconozco que la serie rinde un homenaje perfecto al personaje creado por Maurice Leblanc.
La serie es una versión contemporánea del clásico francés, que crea una historia nueva para inspirarse en las novelas. Su protagonista es Assane Diop, un escurridizo ladrón de guante blanco y aficionado a las novelas de Arsene Lupin. Cuando era joven su padre fallecerá a causa del poderoso patriarca de una rica familia. Años después de estos sucesos, Assane se propone hacer justicia y llevar entre rejas a este multimillonario, y lo hará siguiendo las tácticas de su referente literario:Arsène Lupin.
Cuando digo en el titular que lo que hace Arsène Lupin son «fechorías» quizá estoy endulzando la realidad, porque realmente lo que hace es robar, nada más. Pero no es un ladrón cualquiera. Es un ladrón de guante blanco que busca es hacer justicia. No busca enriquecerse. Y además es todo un caballero. Es un hombre que encandila con su elegancia y su saber estar. Es un hombre que pretende que el mundo sea más justo y que logra que sus robos sean menos robos para el espectador.
Más allá dela esencia del personaje protagonista, la serie no tiene mucho misterio. Pero es quizá eso lo que más me ha gustado, que sin reinventar nada consigue darnos diez capítulos entretenidísimos y muy bien narrados. Capítulos llenos de acción, con un desarrollo de personajes muy bien dibujado y con una línea argumental perfectamente construida para esos diez episodios. La serie cierra de maravilla con uno de sus episodios visual y narrativamente más espectaculares.
Sin hacer ningún spoilers, la primera parte la disfruté más que la primera. Y la razón es muy simple: en la segunda parte hay muchas cosas que cobran sentido al final. Ahora, echando la vista atrás, creo que está perfectamente narrado, pero durante la segunda parte notaba que me faltaba algo (hasta que vi el último episodio y entendí que no me faltaba nada). Los capítulos son de 50 minutos. Una serie cortita ideal para ver en maratón un fin de semana.
Una serie que pese a estar protagonizada por un ladrón no deja de ser una serie muy blanca. Y es que querrás aArsène Lupin, entenderás sus motivaciones, disfrutarás planificando los robos y desearás casi tanto como él que se haga justicia. Es un personaje que encandila. Además, la serie irá alternando presente y pasado para que conozcamos la infancia deArsène Lupin, entendamos cómo fue haciendo suya la mentalidad del personaje literario, y también que sepamos lo que pasó con su padre.
Lupin se disfruta habiendo leído novelas de este personaje o no. Es de esas series que consigue sacar el máximo partido a los elementos que tiene. Una trama sencilla que acaba teniendo un montón de idas y venidas que no dejarán que perdamos la atención en ningún momento. Vi la serie porque todo el mundo me hablaba bien de ella y al leer la sinopsis me pegaba mucho el concepto. Y no me arrepiento de haberla visto. Ahora mi siguiente misión en seguir con las novelas. Me he leído una y ya tengo cuatro más esperando en la estantería. Desde hoy son fan deArsène Lupin.